INTERECONOMIA.COM-27/06/2010
Las investigaciones de Xavier Horcajo
La Federación de Mujeres Progresistas, el ‘ojito derecho’ de la ministra, recibe 3,5 millones de euros. La Confederación de Mujeres en Igualdad, próxima al PP, obtuvo, por contra, un 400% menos. El dinero fluye hacia los que aplauden con entusiasmo las iniciativas de Bibiana.
Uno de los pasillos de la galería del hecho corrupto de nuestros tiempos es la administración sectaria del dinero público. Todas aquellas decisiones de gastos, como subvenciones o adjudicaciones, que toma una Administración pública guiada por el ánimo de favorecer a los nuestros. Estas decisiones depredan millones de euros de las arcas públicas y suponen una obvia desigualdad y un mal uso de los fondos públicos que deberían ser repartidos con criterio de Estado. Esto es, sin dedazo partidista. Cuando se gobierna tratando de favorecer a los propios, entonces se produce corrupción sectaria, la Quinta plaga.
Hay ejemplos por todas partes. Quizá donde más choca es en el ministerio de Bibiana Aído (Cádiz, 1977). Es sabido que en ese Ministerio de Igualdad sólo se ocupan de la desigualdad entre hombres y mujeres, y de las que afectan a homosexuales. Otras desigualdades, sean raciales o de disminuidos, les dan igual. Pero incluso hay desigualdades a la hora de otorgar subvenciones a organizaciones de defensa de la igualdad de la mujer.
Desde que este Gobierno llegó al poder, ha favorecido con 3,5 millones de euros a la Federación de Mujeres Progresistas (próxima al PSOE); mientras que la Confederación de Mujeres en Igualdad (en la órbita del PP) recibía 818.000 euros. ¿Imaginan por qué? La Federación de Mujeres Progresistas es el ojito derecho de la ministra Aído. La asociación respalda todas las iniciativas de Bibiana, aunque sea revisar los cuentos infantiles en busca de discriminaciones sexistas o hacer mapamundis clitóreos en tiempos de crisis.
La presidenta de las Mujeres Progresistas es Yolanda Besteiro, abogada de profesión, concejala responsable del área de Mujer y Servicios Sociales y segunda portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Es prima de Ricardo Besteiro, uno de los jefes de clan del socialismo madrileño. Aído incluso colocó a Yolanda Besteiro en la proa del “Observatorio de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres”, nombrándola vicepresidenta y vocal del invento observante.
En especial, el Ministerio de Igualdad, pero también Trabajo, Sanidad y Educación, todos han contribuido a llenar el arca de las Mujeres Progresistas. No importa que la asociación no presente sus cuentas en el Registro Mercantil.
Psicopedagogía
Las Mujeres Progresistas afirman en su web que es “una ONG de ámbito estatal, sin ánimo de lucro y declarada de utilidad pública”. Luego resulta que se presentan y obtienen subvenciones en asuntos que no forman parte de su objeto social, como por ejemplo el “apoyo psicopedagógico”.
Sin embargo, la Universidad de Alcalá –gestionada por un equipo ligado al frente de Fernando Galván, segundo de Virgilio Zapatero en el Ministerio de Educación, durante los Gobiernos de Felipe González– les adjudicó dos contratos por 212.255 euros para que dieran apoyo psicopedagógico a la comunidad universitaria.
La Federación de Mujeres Progresistas recibió una serie de subvenciones (cinco) destinadas a promover el papel de la mujer en Argentina, El Salvador o Nicaragua por un total de 215.600 euros, en lo que podríamos llamar una visión internacionalista de la igualdad de la ministra de Igualdad. En total, 3,5 millones de euros entre adjudicaciones y subvenciones de dinero de todos, público. La federación no ofrece información sobre el número de sus afiliadas. La ventaja para las asociaciones próximas al PSOE se aprecia también con Mujeres Juristas Themis; la Fundación Mujeres (presidida por la socialista Elena Valenciano); y Mujeres Divorciadas y Separadas.
La otra
La Confederación de Mujeres en Igualdad, la asociación feminista próxima al Partido Popular, es aparentemente parecida: ONG, ámbito nacional, de utilidad pública. Incluso tiene rango consultivo en Naciones Unidas y en el Consejo Económico y Social. La dirige Mercedes de la Merced, ex teniente de alcalde del PP en Madrid y ex eurodiputada popular. Y a pesar de tener cinco casas de acogida de mujeres maltratadas, ha sido discriminada. Una de ellas, la de Cádiz, tuvieron que cerrarla al haber suprimido Igualdad los 65.000 euros anuales que ayudaban a mantenerla.
De hecho, el ministerio de Bibiana Aído le ha dado subvenciones a la Confederación de Mujeres en Igualdad por sólo 101.367 euros, el resto hasta los 818.423,03 euros recibidos de este Gobierno desde que Rodríguez Zapatero llegó al poder lo aportan el Ministerio de Trabajo y el de Educación. Quizá el mejor signo de diferencia entre ambas organizaciones sea que la del PP no asistió a la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que se celebró en Nueva York, y que tanto interesaba a la ministra. Aído ayudó a asistir a esta reunión a 21 organizaciones del mundo reivindicativo pro igualdad de la mujer de España con 2.000 euros a cada una. La Confederación de Mujeres en Igualdad tiene unas 100.000 asociadas, afirma Mercedes de la Merced. Entre ellas, la Asociación de Mujeres Juristas Themis, muy cuestionada por su imparcialidad al insultar e injuriar al juez Ferrín Calamita (suspendido por el Consejo del Poder Judicial), tratando de defender a dos lesbianas.
Lazos con la Junta andaluza
También acudieron la Asociación de Mujeres Progresistas Victoria Kent, que preside Maribel García Revilla, gaditana y amiga personal de la ministra Aído, y varias asociaciones dependientes de la Junta de Andalucía o de la UGT, con menos afiliados que la Confederación de Mercedes de la Merced. La diferencia entre ambas organizaciones defensoras de la igualdad de la mujer es de un 400% a favor de la que tiene vinculación con el PSOE. ¿Hay o no una doble vara de medir?
Por otra parte, la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), de la que fuera presidente el concejal del PSOE, Pedro Zerolo, ha recibido con Zapatero 616.580 euros. Esta vez sin participación estelar del Ministerio de Igualdad, sino por aportación de otros, como Trabajo, Exteriores, e incluso Educación y Ciencia. Ya lo ven, como un solo hombre –con perdón– a la hora de arrimar el hombro.