La Presidenta Nacional de Mujeres en Igualdad, Susana Camarero, pide a la Audiencia Provincial de Lugo que revise la Sentencia.
(NOTICIA BBC)
Durante las fiestas de A Maruxaina, en San Cibrao, Cervo (Lugo) 87 mujeres fueron grabadas sin consentimiento mientras orinaban y estos vídeos acabaron colgados en webs pornográficas de pago. Nuestras compañeras de la Asociación de Mujeres en Igualdad de Lugo-Burela, ante esta violación de su intimidad, actuaron como acusación popular, además de otras personas a título particular que presentaron sus recursos ante el juzgado de Viveiro.
Hace unos días conocíamos que, por parte del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Viveiro, se volvía a desestimar la denuncia con argumentando que "los hechos denunciados no constituyen un delito contra la intimidad o el derecho a la propia imagen porque las imágenes se obtuvieron en la vía pública".
Desde la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad hemos estado en permanente contacto con nuestras compañeras de la asociación de Lugo (Bumei) en todo momento, para mantenernos al tanto, y apoyándolas en todo el proceso que han seguido. Mujeres en Igualdad de Lugo (Bumei), nada más enterarse de lo ocurrido con la desestimación de la denuncia, recurrió ante la Audiencia Provincial de Lugo, contando siempre con el apoyo de la Confederación Nacional.
Una de las víctimas, integrante de nuestra asociación de Mujeres en Igualdad Lugo (Bumei) proporcionó las imágenes al juez, que prueban lo ocurrido sobre su propia persona. Mujeres en Igualdad no ha dudado en colaborar ni un minuto con las autoridades, y buscar justicia ante esta situación que consideramos supone un quebrantamiento de los derechos de las mujeres.
La Presidenta Nacional de Mujeres en Igualdad, Susana Camarero, respaldando a la asociación de Lugo pide a la Audiencia que revise la Sentencia. La gravedad de los hechos no puede quedar impune. Las víctimas merecen ser resarcidas y la sentencia debe ser ejemplarizante para que estos hecho no se vuelvan a producir en ningún otro lugar, ni en ningún otro momento.
La violencia de género merece la máxima sensibilidad por parte de todas las personas que tienen responsabilidad en que se cumplan las leyes y no se vulneren los derechos. Todos debemos ser parte a la hora de terminar con esta lacra.