En Baleares se contabilizan actualmente 32 casos activos de violencia machista contra chicas menores de 18 años. Se trata de adolescentes que están viviendo agresiones físicas y psicológicas por parte de sus parejas.
Así lo destacó Carmen Fúnez, secretaria general de Mujeres en Igualdad, durante la mesa redonda celebrada en Palma de Mallorca el pasado día 19 y en la que un grupo de expertos analizó las características de la violencia de género en la adolescencia.
Intervinieron Rosa Cursach, directora del Institut de la Dona; Carlos Izquierdo Téllez, magistrado del juzgado de violencia sobre la Mujer número 1 de Palma; Janka Jurkiewicz, inspectora de Policía Nacional; Carmen Fúnez, secretaria general de Mujeres en Igualdad; Andreu Ferrer, presidente de NNGG Baleares; Jero Mayans, presidenta de Mujeres en Igualdad Mallorca; y Ángela Seguí, periodista y moderadora.
Hay que recordar que, según el estudio Percepción de la violencia de género en la adolescencia y la juventud, promovido por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, un 33% de los menores no identifica los comportamientos de control como maltrato. Es decir, una de cada tres menores considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias “controlar los horarios de la pareja”, “impedir a la pareja que vea a su familia o amistades”, “no permitir que la pareja trabaje o estudie” o “decirle las cosas que puede o no puede hacer”.
Esta forma de ejercer violencia ha cambiado en los últimos años por el uso de las nuevas tecnologías. Para Fúnez, resulta indispensable que "los padres establezcan los controles adecuados en el acceso a Internet y las redes sociales de sus hijos adolescentes".
A su juicio, entre todos debemos trabajar para sustituir el círculo de la violencia de género (fase de acumulación de la tensión, fase de agresión y fase de reconciliación-luna de miel) por el círculo de la salida de la violencia. "Para ello es fundamental trabajar por la unidad de toda la sociedad porque esta se transforma en confianza en las víctimas", recalcó Fúnez.
Los estudios nos dicen que sigue existiendo un porcentaje muy elevado de violencia de género oculta. De acuerdo con la Macroencuesta del año 2015, sólo el 28,5% llega al conocimiento del juez. ¿A qué es debido? No solo al silencio de la propia víctima sino también al de familiares, vecinos, amigos que conocen esa situación y callan, así como a la falta de denuncia por los profesionales socio-sanitarios. No hay que olvidar que el 81% de las mujeres víctimas han contado su situación alguna vez a parientes, amigos, vecinos o profesores y que el 50,15% han acudido a algún servicio médico o a un servicio de atención social.
"Tenemos que acabar romper con el silencio cómplice", destacó Fúnez, quien insistió en la idea de transmitir a los jóvenes que el "amor no es control".
"Estamos ante un problema estructural que afecta a todos los grupos de población. La adolescencia no está exenta, tanto en el papel de víctima como de agresor", señaló el magistrado Carlos Izquierdo, quien aboga por trabajar en el concepto de intimidad de los menores, especialmente en las redes sociales, y en los estereotipos porque generan prejuicios.
A su juicio, durante los últimos años ha aumentado el número de denuncias porque "hay más sensibilización y apoyo hacia la mujeres". En el caso de las menores, son los progenitores quienes la presentan y "a veces, la víctima lo rechaza".
"Debemos dialogar, conocer y entender cómo se relacionan nuestros hijos", añadió Izquierdo.
"La Policía Nacional está volcada en la prevención de la violencia machista entre menores", destacó la inspectora Janka Jurkiewicz. Los agentes imparten numerosos talleres en colegios e institutos, donde apuestan por la educación en igualdad y recalcan la importancia de establecer relaciones sanas. Un estudio ha corroborado, apuntó, que tras estas charlas "aprender a reconocen mucho antes una situación de control por parte de su pareja".
Rosa Cursach, directora del Institut de la Dona, abundó en esta idea y destacó la formación del profesorado en coeducación, así como la necesidad de "hacer campañas para jóvenes con la participación de jóvenes". "No debemos obviar nuestra responsabilidad y los valores que vamos construyendo conjuntamente", añadió Cursach, quien también apostó por la unidad de toda la sociedad para hacer frente a esta lacra.
"Miremos a través de la publicidad, medios de comunicación, cine, Youtube y demás herramientas. ¿Qué modelos reflejan?", preguntó la directora del Institut de la Dona. En muchas ocasiones, señaló, se presenta a las chicas como dóciles y sumisas que aspiran a cambiar al chico malo.
Para Andreu Ferrer, es necesario apostar por la pedagogía, educación y prevención como claves para romper con los estereotipos.
Todos coincidieron en destacar que el antídoto a la violencia pasa por la educación desde la infancia.
Por último Jero Mayans, presidenta de Mujeres en Igualdad Mallorca y organizadora de la mesa redonda, insistió en la necesidad de trabajar contra la violencia machista "todos los días del año y no solo ahora que se aproxima el 25 de noviembre". "Nuestro trabajo desde la asociación consiste en intentar hacer más fuerte a la mujer para que pueda dar el paso y denuncie", recalcó.
Las víctimas mortales de la violencia machista este año en Baleares ya son seis. #NiUnaMás