Mujeres en Igualdad colabora desde el pasado mes de agosto con el portal Jupsin, enfocado a la prevención del acoso e integrado por profesionales de amplia experiencia en la abogacía, psicología, periodismo, diseño, programación... María García, responsable de programas de nuestra organización, publicará un artículo mensual en su web sobre igualdad.
En su primer número, García aborda el acoso escolar de género o #genderbullying. "Los avances en la lucha frente a la violencia contra las mujeres deben impulsar la erradicación de otro grave problema, que limita y vulnera los derechos de la infancia y de la juventud, el acoso escolar", afirma.
El acoso escolar es destructivo para ambos sexos -añade-, pero lo sufren y ejercen de diferente modo siendo el género lo que determina el sesgo. Por eso, el acoso escolar debe abordarse desde la perspectiva de género y no obviarla en el análisis del problema ni en la búsqueda de las soluciones.
"No existen perfiles de personas víctimas y acosadoras, pero en la mayor parte de las ocasiones víctima se escribe en femenino y agresor en masculino. Y si bien es cierto que, a veces, agresor se escribe en femenino, es una particularidad que no desmonta la generalidad, ya que incluso cuando el bully es una chica su víctima suele ser otra niña", señala la experta en políticas de Igualdad.
Educación en igualdad
"La educación en igualdad, la coeducación, es un derecho y debemos ejercerlo. Nuestra responsabilidad está en su exigencia y debe estar en la agenda política, no como promesa o deseo sino como reto para convertirlo en un logro.
Reflexionemos sobre otra forma se ser mujeres y hombres, que las niñas crezcan en espacios que les ha sido negados, como ciudadanas plenas
Cambiemos mentalidades, reflexionemos sobre otra forma se ser mujeres y hombres, que las niñas crezcan en espacios que les ha sido negados, como ciudadanas plenas, que los niños abandonen privilegios y vean en la pérdida los beneficios de una sociedad igualitaria.
Queremos personas presentes y futuras, libres, que elijan y disfruten en relaciones igualitarias.
Para todas y todos los niños que han sufrido y sufren acoso escolar, para las personas que les apoyan en su recuperación, reparando el daño, aminorando el dolor, que sirvan las palabras de Neruda:
“Sube a nacer conmigo, hermana. Porque siempre, siempre se puede volver a nacer”.
Artículo completo en Jupsin