'Mujer, todos somos una', un reportaje gráfico y literario con la participación de Carmen Fúnez

El reportero Francisco Magallón pone rostro a mujeres supervivientes de la violencia y la desigualdad

 

Francisco Magallón, reportero gráfico infatigable de TVE, ha reunido a 44 representantes de la vida cultural española (medios de comunicación, sociedad y ONG) para dar voz a quienes no la tienen: a mujeres y niñas que se enfrentan cada día a situaciones de discriminación, desigualdad, exclusión, violencia e, incluso, a la muerte por razón de género en el siglo XXI. Cada una de estas 44 personas ha escrito un relato inspirado en un retrato femenino de Magallón; historias que componen la obra Mujer, todos somos una

Carmen Fúnez, secretaria general de Mujeres en Igualdad, es la autora de No sé tu nombre, solo sé la mirada con que me lo dices, en la que relata la desesperación de una niña de Bangladesh víctima de un matrimonio concertado cuando apenas tenía 13 años. En este caso, Fúnez ideó para su historia un final feliz, pero no es habitual para las niñas que residen en los más de 50 países donde aún existe el matrimonio forzoso o precoz. Por lo general viven en aldeas rurales y tienen, de media, 11 años cuando son entregadas a un hombre al que tal vez ni siquiera conocen y que podría ser su padre o su abuelo. Os adelantamos un fragmento: 

En tu país, como en muchos otros, los matrimonios forzosos son ilegales, pero están amparados por la tradición.

Tu doctor fue valiente. Denunció la situación en la que malvivías y te puso en contacto con una ONG. Comenzaste a recuperar tu vida.

Nunca más volviste con aquel hombre. Nunca más regresaste a aquella aldea en la que no vivías; morías. Nunca más bajaste la cabeza y retiraste la mirada.

 

El libro, que se publica coincidiendo con el Día Internacional Contra la Violencia de Género (el próximo 25 de noviembre), está editado por la editorial San Pablo y Acnur (Agencia de la ONU para los refugiados), con la colaboración de la Secretaría General de Inmigración y Emigración del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Estará disponible a partir del lunes en las principales librerías de todo el país. Una parte de los beneficios irán destinados a un proyecto de Acnur para mejorar la situación de las mujeres y niñas desplazadas y refugiadas.

Esta mañana hemos asistido a la presentación de la obra en la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. Han intervenido:

 

María José Ordóñez, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, quien ha transmitido su enhorabuena a Magallón por esta iniciativa que "une a tantas personas de sectores tan diversos para contar la historia de tantas mujeres sometidas a la discriminación y violencia”. Mujeres que (mal)viven en contextos de pobreza, conflicto o emergencia y que, a veces, durante el proceso migratorio -señaló- caen en manos de mafias de la Trata o son víctimas de matrimonios forzados. ¿Qué podemos hacer? "Mejorar la formación de profesionales para que detecten los primeros signos de violencia contra la mujer, concienciar a la sociedad mediante campañas, trabajar de forma coordinada con otras administraciones y asociaciones y, sobre todo, prestar una especial atención a las mujeres". 

Julia Navarro, periodista.

"Ser mujer aún sigue suponiendo un plus de peligro, de riesgo. Las fotografías de esta obra nos sacuden el alma y cada una de ellas deja huella”, ha reconocido Julia Navarro. Los relatos que recoge Mujer, todos somos una son historias de dolor, de valoración y también de supervivencia, lo que puede hacernos reaccionar y provocar "una sacudida" en la sociedad, muchas muchas veces aletargada. 

Francesca Friz-Prgude, representante de Acnur en España.

"Esta obra permite devolver un poco de dignidad a estas mujeres. Para apoyarlas es imprescindible que las veamos, conozcamos y escuchemos sus historias”, defiende Francesca Friz-Prgude. Lejos de transmitir un mensaje derrotista, ha destacado el papel de la mujer como agente de cambio para promover la paz y cambiar las comunidades: “Las mujeres no podemos pasar por víctimas, sino por sobrevivientes". Ella lo ha presenciado de primera mano en distintos lugares del mundo azotados por la guerra o las hambrunas. 

Asha Ismail, de la ONG Save a Girl, save a generation.

Para mujeres valientes y supervivientes, Asha, una heroína que está cambiando la vida de muchas mujeres. Su relato ha sido estremecedor, pero necesario para conocer el alcalce de una práctica tan cruel y machista como la mutilación genital femenina. Ella la sufrió cuando apenas  tenía 5 años. El día anterior estaba nerviosa, feliz, como "si fueran a llegar los Reyes Magos o Papá Noel porque me dijeron que algo precioso me iba a ocurrir", asegura. "Mañana te vamos a purificar", añadieron.

La mutilación se practicó en la cocina de su abuela, donde habían cavado un agujero en el suelo. Le metieron un pañuelo en la boca para que no gritara "porque una mujer no debe llorar". Sin anestesia ni médico fue sometida a lo que se conoce como una infibulación (estrechamiento de la abertura vaginal, que se sella cortando y recolocando los labios menores o mayores, a veces cosiéndolos).

"Estaba deseando que acabaran para que me dejara de doler", añade. Tras unas horas fue conducida a otra habitación, atada desde los pies hasta la cintura, para que se curase. Asha pensó entonces que la pesadilla había acabado, pero en realidad "acababa de empezar". "A partir de ahí -destaca- tú no eres tú".

Otro episodio especialmente duro fue su noche de bodas. Asha ha reconocido que algunas niñas han llegado a prenderse fuego ese día.

“Es la peor noche que puede pasar cualquier mujer”. Y ella quedó embarazada ese mismo día. La herida volvió a cerrarse.

Durante nueve meses, Asha solo pedía que fuese un niño y no una niña para que no tuviera que pasar por lo mismo. 

Finalmente nació una niña que hoy tiene 28 años y dos hijas. Ese fue un punto de inflexión para Asha, que decidió "hacer todo lo posible para protegerla". Ahora dirige una organización que lucha contra la ablación, el matrimonio forzoso y cualquier otro abuso hacia las niñas y las mujeres. 

No culpa a su madre. Esas madres y esas abuelas "lo hacían por amor, para evitar que no encajaras en la comunidad o que no tuvieras la oportunidad de casarte", afirma. 

Francisco Magallón, artífice del proyecto.

Ha agradecido la participación desinteresada de todas las personas implicadas y ha recordado que “no hace falta irse a Sudán para encontrar mujeres explotadas. Están aquí, al lado, en los polígonos de nuestras carreteras o en pisos clandestinos, víctimas de la Trata”. 

Su profesión le ha permitido visitar Sudán, Congo, Mauritania, Mali, Níger, Nigeria, Egipto, Mozambique, Kenia, Angola, Ghana, Ecuador, Perú, Chile, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Siria, Irán, Jordania, Arabia Saudí, Japón, Tailandia, Indonesia,Turquía y una gran parte de Europa. Conflictos como el palestino en Gaza, Líbano, Bosnia, Kosovo, Irak, Birmania, Afganistán, la revolución del Cairo y la caída de Mubarak o desastres naturales como el tsunami, el terremoto de Filipinas y el de Perú.  

Mujer, todos somos una refleja, como señala Magallón en el prólogo, "rostros de mujeres que diariamente se enfrentan a diferentes condiciones de vida en el arduo camino por sobrevivir. La equidad de género es una tarea de hombres y mujeres que requiere tiempo, voluntad, compromiso y recursos. Es una tarea de TODOS". Compartimos sus palabras.

Especialmente emotivas son las que le dirige Fernando Ónega:

"Francisco Magallón captó a madres para quienes alimentar a sus hijos es un acto de heroísmo. Encontró a campesinas manchadas de tierra, quién sabe si mezclada con lágrimas. Se internó en campamentos de refugiados, de los que extrajo un dato escalofriante: de los más de 22 millones de personas refugiadas, más del 80% son mujeres o niños. Penetró en los escenarios de guerra donde la mujer es a medias un soldado y un arma". 

Colaboran, entre muchos otros, Fernando Ónega, Alfonso Armada, Marisa Soleto, Rosa María Calaf, Juan Antonio Tirado, Ángel Expósito, Anna Bosch, Mónica Bernabé o Elena Anaya.

Una obra excepcional. Ya puedes comprarla online.

 

 

 

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