La diputada nacional María Dolores Bolarín, portavoz adjunta de la Comisión de Igualdad en el Congreso, "solo uno de cada 20 casos de trata de seres humanos puede identificarse, por ello, es necesario mejorar los procedimientos para la detención de las víctimas y redoblar los esfuerzos para lograr una mayor implicación en la necesidad de poner en marcha un plan de lucha contra la trata de seres humanos y explotación sexual".
Este día se conmemora desde 1999 y fue elegida en la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico, en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka – Bangladesh en enero de ese año, dado que el 23 de septiembre de 1913 fue sancionada la Ley Nº 9.143: la primera ley que protege a las víctimas de explotación sexual, combate el flagelo y penaliza los responsables.
La Ley introduce, una reforma al código penal, en la que se crea la figura del “proxeneta”. En esta ley se establece que: “La persona que en cualquier forma promueva o facilite la prostitución o corrupción de menores de edad para satisfacer deseos ajenos, aunque medie el consentimiento de la víctima, será castigada (…) el máximum de la pena podrá extenderse hasta 15 años”.
El 90% de las víctimas de trata son mujeres, niños y niñas y, cada año, este flagelo afecta a unas 2.500.000 de personas, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Después del tráfico de drogas y de armas este constituye el negocio transnacional ilegal que genera mayores ganancias, y constituye una de las formas de violencia de género más aberrantes que existen en nuestras sociedades.
Cada 23 de Septiembre se conmemora, con la finalidad de concientizar a los gobiernos y a la sociedad civil sobre las causas y consecuencias de este crimen que afecta a todas las regiones del mundo, aunque con mayor gravedad a las naciones en desarrollo, donde el comercio de seres humanos se potencia a través de la situación de mayor vulnerabilidad y pobreza que allí persiste, lo que se ha agravado como consecuencia del modelo de desarrollo neoliberal que ha profundizado la pobreza y exclusión.
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