Hoy se estrenan dos vídeos con un mismo objetivo: denunciar la explotación sexual de mujeres, cada vez más jóvenes, y concienciar a la sociedad.
Tal y como recuerda Rocío Mora, de la asociación APRAMP, "se trata de la esclavitud del siglo XXI y no es un problema, sino un delito". APRAMP trabaja cada día para rescatar a víctimas de la Trata y garantizar y visibilizar sus derechos.
Esta asociación estrena hoy, junto a la Policía Nacional y Mabel Lozano, el spot #conlatratanohaytrato, escrito y dirigido por Lozano. El rap lo compuso un grupo de jóvenes tras visitar la exposición Chicas Nuevas 24 Horas. Puedes verlo aquí:
El otro documental que se estrena hoy es "Putas por amor", de Sinfiltros.com.
Retrata a los 'padrotes', proxenetas mexicanos que enamoran a chicas muy jóvenes, algunas de 12 años, para dominarlas y convertirlas en víctimas de Trata.
"Cómo iba a escapar si de mí dependía la vida de toda mi familia", señala una de las adolescentes entrevistadas por reporteros de Sin Filtros.
Salen literalmente a cosechar mujeres. Huelen a sus víctimas como sabuesos, niñas inocentes que caen en su trampa y son obligadas a acostarse con más de 40 hombres al día.
Generalmente no emplean la violencia. Les basta con su encanto para engañar a las jóvenes. En el documental escuchamos el testimonio de Karla y Neli, dos chicas que siendo adolescentes cayeron en sus garras. Hoy son libres para denunciar ante las cámaras el horror padecido durante su cautiverio. “La explotación del alma”, como aseguran los expertos.
Neli tenía 18 años cuando fue al cine por primera vez. La llevó su primer novio, Álex, un chico de 25 años, que pocos días antes se le había acercado en el parque. Salían a comer, le “hablaba bonito”, le prometió un futuro juntos. En apenas dos meses se fue a vivir con él. Pero algo empezó a cambiar.
Un día le dijo que tenía problemas económicos y que necesitaba su ayuda: “Igual que yo he dado mi vida por ti, ahora la tienes que dar tú por mí”. Ni se llamaba Álex ni era constructor, como afirmó en un principio. Tampoco quería pagar sus estudios ni casarse con ella. Su novio era un padrote de Tlaxcala.
"Es como aquel que vende fruta. Las mujeres son nuestra mercanía", reconoce Jesús Enrique, de 36 años y miembro arrepentido de un clan familiar de padrotes. Muchas veces es el abuelo el que inicia en la prostitución, incluso a las niñas de la familia; tradición que continúa el hijo y perpetúa el nieto. Los niños en México quieren ser padrotes.
Su testimonio refleja hasta qué punto los padrotes operan con total impunidad en tierras aztecas. Expertos y miembros de la sociedad civil que combaten esta lacra ante la pasividad de las autoridades.
En los últimos 5 años, en México, han desaparecido más de 7.000 mujeres.
Un documental imprescindible.
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