La coronel Jamila Bayaz comenzó hoy su trabajo como jefa de Policía de un distrito de Kabul, tras su nombramiento ayer como la primera mujer que ocupa el cargo de máximo responsable policial en un área en Afganistán.
"Es la primera vez que el Ministerio del Interior nombra a una mujer para un cargo así y serviré a mi país lo mejor que pueda", dijo a Efe Bayaz.
Bayaz, que hasta ahora estaba destinada en la rama de investigación del Cuartel General de la Policía en la capital, fue nombrada el martes responsable del distrito número 1 de Kabul, una zona administrativa y de negocios situada en la parte vieja de la ciudad.
"Prometo que serviré a los oprimidos y lucharé contra los ataques de nuestros enemigos", añadió la oficial.
Afganistán cuenta con 160.000 policías, de los que 2.200 son mujeres, quienes trabajan principalmente en cuestiones de género y en unidades administrativas.
Los talibanes prohibieron a las mujeres trabajar fuera de casa y salir de sus hogares sin estar acompañadas por un miembro masculino de su familia durante 1996 y 2001.
Tras el derrocamiento de los fanáticos religiosos por parte de las fuerzas de la OTAN lideradas por Estados Unidos, algunas mujeres comenzaron a trabajar y ocupar puestos de responsabilidad en el país asiático.
"El ministerio tiene planes para nombrar a más mujeres policías en puestos de más importancia, como jefa de Policía provincial y viceministras", dijo un portavoz de la cartera de Interior, Sadiq Seddiqi, en la ceremonia en la que Bayaz fue nombrada.
Una labor peligrosa para la nueva responsable del distrito 1 de Kabul, ya que las mujeres policías se han convertido en objetivo de los talibanes en los últimos tiempos.
El pasado septiembre, la teniente Negar fue tiroteada en Lashkar, capital de la provincia sureña de Helmad, pocos meses después de que su predecesora en el puesto, Islam Bibi, también fuese asesinada, entre otros casos recientes.
Un trabajo que además se vuelve más inseguro cada día que pasa con el repliegue de las tropas internacionales que concluirá a finales de 2014, lo que obliga a las fuerzas de seguridad afgana a asumir más responsabilidades y riesgos.
"Esta claro que es un trabajo complicado, especialmente como mujer, pero en lugar de sentir miedo por los posibles ataques de los enemigos, realizaré mi labor igual que un hombre", afirmó Bayaz.
"Los talibanes no solo se oponen a que las mujeres trabajen fuera de casa, también están en contra de muchos hombres por diferentes razones", añadió la policía.
"Estoy segura que seré una buena jefe de Policía", finalizó Bayaz.