Hoy hemos asistido en Madrid a la décimotercera edición de los Premios anuales del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, presidido por la vocal del Consejo General del Poder Judicial, Ángeles Carmona.
"Resaltamos el compromiso y la labor de las instituciones y personas premiadas para combatir esta suerte de terrorismo de la desigualdad, que tantas mujeres y tantos menores ha ido dejando en su sangriento camino”, ha subrayado la presidenta del Observatorio, quien ha insistido en la necesidad de construir desde el conocimiento un movimiento de conciencia, de cultura y educación, que proclame la necesidad de perseverar en los valores que “nos hacen más dignos como personas: igualdad, respeto, libertad, justicia”.
Carmona ha confesado, además, que era un "día especialmente emotivo" para ella porque se premiaba a su amiga, compañera y casi hermana: Blanca Hernández. "Es difícil encontrar en España a una persona que haya hecho más para paliar las devastadoras secuelas de la violencia de género y que reúna su tesón, esfuerzo, valentía y sensatez. Nos sirve de inspiración para afrontar el compromiso de estar junto a las personas más débiles de la sociedad", ha destacado Carmona.
Los galardones han sido concedidos por unanimidad de todas las instituciones que conforman el Observatorio a:
- BLANCA HERNÁNDEZ OLIVER con la mención especial “Soledad Cazorla, fiscal” por la labor desarrollada durante los cinco últimos años al frente de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, desde donde ha promovido destacadas actuaciones para la erradicación de la violencia contra la mujer, como la aprobación de la Estrategia Nacional, y ha impulsado importantes reformas legales relativas a la mejora de la asistencia y protección de las mujeres víctimas de violencia de género y de los menores a su cargo.
La exdelegada del Gobierno ha pronunciado un emotivo discurso feminista.
Era apenas una niña -ha recordado- cuando gracias a las lecturas de escritoras como Carmen Martin Gaite o Elena Fortún llegó al feminismo, que no es otra cosa más que defender que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres. "Todas aquellas mujeres eran responsables, todas poderosas".
Como defendía Mary Shelley, autora de Frankenstein o el moderno Prometeo: “No deseo que las mujeres tengan más poder que los hombres, sino que tengan más poder sobre sí mismas”. De ahí la importancia de ofrecer historias de mujeres a las niñas, desde pequeñas, para que dispongan de referentes y modelos femeninos, ha destacado Hernández.
"Nadie es más que nadie, pero tampoco menos. Los valores se imprimen, sobre todo a través de lo que transmite el entorno más cercano", ha añadido.
La jurista también ha recordado a todas las mujeres que trabajaron en la transición, a las primeras académicas (como su tía, Carmen Conde, primera académica de la Real Academia Española), ministras... y ha recordado a una de las mejores poetisas de la literatura norteamericana del siglo XIX, Emily Dickinson, cuando afirmaba: “Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie”.
La trayectoria profesional de Blanca Hernández comenzó asesorando, como joven letrada, en la Comisión Mixta de Derechos de la mujer.
Fue allí donde conoció el horror de la Trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y el dolor que sufren millones de mujeres por el mero hecho de serlo. "Ese dolor nos conmina a levantar el velo de la desigualdad, como llevan haciendo desde hace décadas en España las asociaciones de mujeres", ha señalado.
Con mucho trabajo y sumando esfuerzos se ha logrado -ha dicho- que el espíritu para la erradicación de la violencia de género sea un reto para toda la sociedad y no solo para las mujeres. "Se ha convertido en una auténtica Política de Estado".
"Este mensaje hay que repetirlo una y mil veces a los más jóvenes. Debemos acelerar el cambio con medidas positivas y defender y mantener los logros conseguidos. Sumar es el único camino posible", ha concluido.
- La organización ONU MUJERES, cuya directora ejecutiva es la sudafricana Phumzile Miambo-Ngcuka, por su labor en la erradicación de la violencia de género. En nombre de la directora ejecutiva ha recibido el galardón María Begoña Lasagabaster, jefa de la Sección de Liderazgo y Gobernanza de ONU Mujeres.
ONU Mujeres, en palabras del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, es el máximo referente internacional “para la implementación de iniciativas que aborden la violencia de género, tanto en sus causas como en sus consecuencias”.
Lasagabaster ha destacado la última campaña de la ONU y de la UE, una iniciativa global a largo plazo bautizada como Spotlight para eliminar cualquier forma de violencia contra las mujeres y las niñas.
- ANTENA 3, en colaboración con Fundación Mutua Madrileña, por su campaña “Tolerancia cero: contra el maltrato, la fuerza de todos”, en la que, a través de sus noticias y programas informativos, ha utilizado toda su capacidad de comunicación para sensibilizar contra la violencia de género, generar un mayor rechazo social hacia el maltratador y, sobre todo, intentar reducir el número de víctimas.
Lesmes ha destacado su valor incalculable a la hora de concienciar, sensibilizar y hacernos ver “que no se puede permanecer callado ante comportamientos que atentan contra la dignidad y los derechos de las mujeres y de sus hijos”.
El acto ha contado con la presencia, entre otras autoridades, de los ministros de Justicia, Rafael Catalá; del Interior, Juan Ignacio Zoido; y el secretario de Estado de Igualdad, Mario Garcés.
"Las cifras de víctimas siguen siendo aterradoras y el objetivo de todos es claro: ni una víctima más", ha subrayado en la clausura Carlos Lesmes, quien ha mostrado su satisfacción por el hecho de que se haya sellado un acuerdo histórico entre las fuerzas políticas para poner en marcha un Pacto de Estado contra la violencia de género.
“La violencia contra la mujer -ha finalizado el presidente del Poder Judicial- y en muchos casos también contra los hijos e hijas, debería avergonzar a cualquier sociedad que aspire a denominarse justa. Cada caso es un fracaso colectivo, pero también una razón más para seguir plantando cara a la sinrazón”.