Castilla-La Mancha y Baleares son dos regiones en las que se van a adoptar nuevas medidas para ayudar a las mujeres, sobre todo a las víctimas de la Violencia de Género.
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha anunciado hoy durante el Debate sobre el Estado de la Región que se va a fomentar la contratación femenina "para situar a la mujer en el lugar que le corresponde y creer en la igualdad entre hombres y mujeres". "Vamos a fomentar que no se sea clasista con las mujeres", ha afirmado.
Cospedal ha adelantado otras medidas de apoyo a la mujer para favorecer la autonomía personal y familiar de mujeres embarazadas o con hijos menores incluidas en programas de intervención social. A ellas va a ofrecer el Gobierno una vivienda gratuita y el acceso a acciones formativas remuneradas que les proporcionarán un certificado de profesionalidad y facilitará su posterior contratación.
Además, se elevará en un 100 por 100 las subvenciones a las empresas que contraten a mujeres que se encuentren en las situaciones anteriormente señaladas y el nuevo Programa Empresa-Empleo "elevará a 700 euros la ayuda a las empresas que contraten de forma indefinida a mujeres que hayan sido víctimas de malos tratos".
A las familias en las que "concurra una situación de especial necesidad" tambien se les ofrecerá una vivienda gratuita para restablecer su vida familiar y personal.
Por su parte, en Baleares, el Govern ha presentado la puesta en marcha del Proyecto Ariadna de acogida y atención integral a víctimas de violencia de género. Su objetivo es prestar un cuidado más personalizado y conseguir la recuperación de su autoestima y su autonomía personal y económica.
Se trata de un nuevo hogar de protección para mujeres solas o con niños en un inmueble cedido por el Ibavi que ofrece una fases de primera acogida, de media estancia y de pisos tutelados.
La directora del Institut Balear de la Dona, Isabel Llinàs, ha recordado que el año pasado la red de acogida de Baleares atendió a 151 mujeres y 150 niños. En cuanto al perfil de las usuarias, un 76% entró por vía de urgencia; un 84% había sufrido maltrato físico y psicológico; y un 45% de las mujeres acogidas tenía entre 31 y 40 años.
Según ha detallado, la estancia de las usuarias se ha ido acortando en gran parte "gracias al trabajo de los profesionales", y actualmente está entre uno y tres meses. El 54% de las mujeres que residieron en algún casal de la red de Baleares no tenía trabajo y, por lo tanto, tampoco ingresos propios.