El principal objetivo del programa CuidaT+ es promover la salud desde la perspectiva de género. En estos largos días y semanas de confinamiento debido a la crisis del coronavirus son muchas las instituciones y organizaciones que solicitan analizar también esta pandemia con perspectiva de género. Todas las personas nos estamos adaptando a nuevas formas de vida y estamos aprendiendo lo que significa vivir en cuarentena, trabajar desde casa, atender las necesidades de nuestros menores, perder un trabajo y, desgraciadamente, a un ser querido. La situación de cada persona es diferente, pero seguro, el coronavirus revelará las diferentes realidades de mujeres y hombres, subraya el Instituto Europeo para la Igualdad de Género EIGE, que ha lanzado el portal Covid-19 and gender equality.
Desde la ciencia se está trabajando sin descanso para encontrar una vacuna y, según destaca el EIGE, se deben tener en cuenta las diferencias biológicas de mujeres y hombres. "Si los ensayos clínicos se realizan principalmente en hombres, no se conocerán los efectos secundarios que son más comunes o exclusivos para las mujeres", añade.
No olvida, además, que en la primera línea de esta pandemia están los profesionales de la salud que trabajan las 24 horas y ponen en riesgo sus propias vidas para atender a pacientes. La mayoría de las enfermeras y trabajadores de la salud en la UE son mujeres.
Veamos los impactos de género del COVID-19 en la salud y en la violencia de género:
Cualquier persona se enfrenta al riesgo potencial de contraer el Covid-19. Aunque más hombres y personas mayores mueren por el virus, su impacto no solo está determinado por las diferencias biológicas. Las normas sociales también afectan a la salud de mujeres y hombres de manera diferente. Por ejemplo, el Índice de Igualdad de Género del EIGE muestra que, en promedio, en la UE, los hombres tienen más probabilidades de fumar que las mujeres, lo que supone un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave si se infecta con Covid-19.
Si bien las mujeres tienen una esperanza de vida más larga que los hombres, pasan menos años viviendo con buena salud. Debido a una mayor esperanza de vida y una mayor probabilidad de enfrentar problemas de salud, es más probable que las mujeres necesiten atención a largo plazo. Esto se complica aún más a medida que las personas mayores, y especialmente las mujeres, viven solas y dependen del cuidado de su familia, amistades o vecindad, ya no podrán confiar en estas redes de la misma manera.
Además, históricamente, nos recuerdan, la investigación médica ha demostrado una limitada sensibilidad de género. Un paso decisivo en este sentido ha sido el Reglamento de ensayos clínicos de la Comisión Europea (2014).
En 2021, el Índice de igualdad de género del EIGE tendrá un enfoque especial en la salud. Examinará los impactos de género de las pandemias, en particular del Covid-19. Profundizará en los desafíos clave que enfrentan las mujeres y los hombres durante las pandemias y en las desigualdades de género que surgen. También analizará qué grupos de mujeres y hombres son los más vulnerables ante estas situaciones y explorará las medidas políticas que mejor pueden abordar estas desigualdades.
La comprensión de la interacción entre sexo y género en el desarrollo y manejo de la salud y la enfermedad puede beneficiar a toda la población en términos de prevención, intervención y resultado. Por ejemplo, la medicina de género ha logrado grandes avances al explicar cómo la incorporación de esta perspectiva a la investigación puede mejorar la atención médica. Afecta el tratamiento de enfermedades del corazón, osteoporosis, artritis y dolor, entre otras afecciones.
VIOLENCIA DE GÉNERO
Todavía no tenemos datos comparables en toda la Unión Europea, pero algunos países ya han proporcionado cifras iniciales que muestran un aumento en la violencia machista durante el confinamiento. Por ejemplo, Francia vio un aumento del 32% en los informes en apenas una semana. Lituania registró un 20% más de informes de casos durante tres semanas que durante el mismo período en 2019 y en España, Policía Nacional y Guardia Civil realizaron 83.341 acciones de protección a víctimas de violencia de género en los 31 primeros días del estado de alarma.
El Consejo de Europa también ha asegurado que desde el estallido de la pandemia del COVID-19 se ha producido un "aumento dramático" en los casos registrados de violencia contra las mujeres en los 47 estados que forman parte de esta organización internacional y en todo el mundo. En este contexto, el Comité de las Partes del Convenio de Estambul ha señalado que el riesgo es "particularmente alto" para las mujeres y niñas que pertenecen a grupos desfavorecidos y en riesgo de discriminación, como es el caso de mujeres con discapacidad, mujeres en situación de prostitución, mujeres de edad avanzada, migrantes y solicitantes de asilo. Asimismo, los expertos del GREVIO han subrayado la obligación de los Estados parte en la Convención de Estambul de ejercer la diligencia debida "para prevenir, investigar, sancionar y reparar los actos de violencia", conforme a sus obligaciones en virtud del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
ALERTACOPS
El pasado 7 de abril el Ministerio del Interior puso en marcha una nueva funcionalidad dentro de la aplicación móvil AlertCops para reforzar la protección integral de las víctimas de violencia de género.
Se trata de un "Botón SOS" con el que las mujeres pueden, en situaciones de riesgo o necesidad, requerir de forma discreta e inmediata la asistencia de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Para ello, deberán pulsar al menos cinco veces en menos de 6 segundos el "Botón SOS" de sus teléfonos móviles y, de forma inmediata, el sistema remitirá automáticamente la alerta al centro policial más cercano. Adicionalmente, grabará 10 segundos de audio y lo enviará también como anexo a la alerta para que los efectivos policiales puedan valorar la gravedad de la situación.
CuidaT+ Programa subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.