Con motivo del Día Internacional de la Mujer, MUJERES EN IGUALDAD manifiesta su compromiso con la igualdad efectiva de trato y oportunidades entre hombres y mujeres y marca como prioridad la lucha contra todas las formas de discriminación hacia la mujer.
Convocamos a mujeres y hombres a que, en el día de hoy, recuerden a las mujeres que hace más de 100 años, en una fábrica de camisas de Nueva York, perdieron su vida por defender sus derechos laborales. Hecho que hoy conmemoramos.
Invitamos a mujeres y hombres a celebrar los logros alcanzados en los últimos 100 años en igualdad entre mujeres y hombres. Derechos impensables en épocas anteriores y que hoy forman parte de nuestro día a día: el acceso a la formación, al empleo, a la propiedad privada, el derecho al voto…
Y exhortamos, a hombres y mujeres, a no parar en la lucha por la igualdad. Los logros alcanzados no pueden hacernos caer en la resignación y la autocomplacencia, sino que deben impulsarnos para conseguir los cambios necesarios que permitan, cuanto antes, afirmar con rotundidad que en España hemos alcanzado la igualdad real de oportunidades, no solo la legal.
Por todo ello, desde MUJERES EN IGUALDAD nos marcamos como retos:
1.- Apostar por mejorar la empleabilidad de las mujeres en un mundo laboral en transformación. Una mujer con empleo es una persona independiente en lo económico y la mejor garantía de que disfruta de sus derechos. Aunque la tasa de empleo femenino ha crecido en los últimos años, aún hay 10 puntos de diferencia con respecto a la tasa masculina.
Más de dos millones de mujeres han encontrado un empleo en los últimos cuatro años, pero aún hay mujeres que no han accedido al mercado laboral y ellas son nuestro objetivo. Del mismo modo, debemos prepararnos para acceder a los nuevos empleos del futuro, que no deben nacer lastrados por una brecha de género.
2.- Defender la promoción laboral de la mujer. Tan importante como acceder a un empleo es crecer en él. Del desarrollo profesional depende la asunción de nuevas responsabilidades y terminar con la brecha salarial y en las pensiones. Según los datos que hemos conocido recientemente, en el último año se ha renovado la dirección de 359 de las mayores empresas del mundo y tan solo se ha elegido a 10 mujeres. Es cierto que, por primera vez, todas las empresas del IBEX-35 cuentan con presencia femenina en sus consejos de administración (de los 459 consejeros, 91 son mujeres). Pero aún así, todavía tenemos que trabajar mucho.
Uno de los ejemplos más claros lo tenemos en el ámbito educativo. La mayoría de las personas que trabajan en él son mujeres y, sin embargo, el número de catedráticas mujeres es del 29% y tan solo el 8% de rectores son mujeres. Superar los obstáculos de la promoción profesional se hace imprescindible para terminar con la desigualdad salarial y de las pensiones. En nuestro país, las mujeres cobran de media 12.000 euros menos que los hombres y nuestras pensiones son un 36% más bajas. Superar estas brechas retributivas solo se conseguirá si la mujer deja de ser quien renuncia a su desarrollo profesional, solicitando la reducción de jornada o excedencia en su trabajo para cuidar a los niños o personas mayores.
3.- Conciliación y Corresponsabilidad no son cosas de mujeres. Son la mejor herramienta que tenemos para construir una sociedad más justa. Si solo concilian las mujeres, la desigualdad aumenta. La corresponsabilidad, el reparto de las tareas del hogar, se hace imprescindible si atendemos a los últimos datos:
- El 64% de las veces son las mujeres quienes cocinan en casa.
- Las mujeres dedican dos horas más que los hombres a las labores del hogar.
4.- La violencia de género es la peor de las desigualdades posibles. Es la que arranca la libertad de la persona, pisotea su voluntad y convierte al miedo en su compañero de vida, llegando incluso a quitarle la vida. El origen de la violencia de género es el machismo y la desigualdad y desde la unidad y la sensibilización debemos erradicarlo. Nuestra campaña es #NiUnaMás.
5.- Nuestro compromiso con mujeres de todo el mundo es ineludible. Son millones las que están viendo sus derechos vulnerados por el mero hecho de ser mujeres. Los matrimonios forzosos, la mutilación genital femenina o las violaciones que sufren en conflictos armados deben impulsarnos a no dejarlas solas y a reivindicar en todos los foros nacionales e internacionales sus derechos.