María Muñoz García, experta en marketing online y estrategia digital, impartió ayer un taller para abordar la relación entre género, redes digitales y poder. ¿Cómo es este nuevo espacio público? ¿Persiste la desigualdad? ¿Cómo nos expresamos? En esta sesión del Programa Cosmi Vallekas se creó un espacio de reflexión para comprender lo que nos pasa y por qué nos pasa.
El primer paso es analizar el contexto que nos ha precedido y estudiar cómo ha influido a la hora de conformar la sociedad en que vivimos. Para ello Muñoz repasó algunos de los referentes que han formado parte de él, sus figuras clave, como Aristóteles, Kant, Rousseau o Freud.
A través de sus ojos hemos creado nuestras realidades. Aristóteles defendía, por ejemplo, que "las mujeres parecen hombres, son casi hombres, pero son tan inferiores que ni siquiera son capaces de reproducir a la especie; quienes engendran los hijos son los varones".
Kant, por su parte, creía que nuestro valor como mujeres residía básicamente en nuestra imagen (ser bellas), en nuestra apariencia. Llegamos a la Revolución Francesa y, ¿cuántas personas recuerdan a Olympe de Gouges? Pocas, y tal vez sea porque ni siquiera aparecía en los libros de texto, como subrayó Muñoz. Esta escritora francesa publicó, en el año 1791, la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana como reacción a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), que sólo reconocía la condición de ciudadanía a los hombres y dejaba a las mujeres, esclavos y niños en una situación de inferioridad. Empezaba así:
"¿Hombre, eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta".
Por sus ideas políticas fue guillotinada el 3 de noviembre de 1793. Han transcurrido varios siglos y la sociedad ha cambiado, la cuestión es: ¿cuánto? A juicio de la facilitadora de la sesión, "seguimos reproduciendo patrones que teníamos hace siglos". Por ejemplo. Donald Trump: "las mujeres son, en esencia, objetos estéticamente agradables".
Ocurre -añade- porque "siguen vigentes algunos mecanismos que determinan cómo las mujeres habitamos el espacio público. Esta manera de concebir a la mujer y su papel en la sociedad nos ha ido calando de forma inconsciente".
Pero ahora podemos actuar, tenemos voz propia, insiste. En esta era tecnológica hay que aprovechar la comunicación y las redes digitales que tenemos a nuestra disposición. "Debemos ser proactivas. El feminismo y sus nuevas formas de expresión y expansión, junto al activismo en redes, nos dan una oportunidad para trabajar desde nuevos espacios, para organizarnos, para sacarle partido a la tecnología y cambiar nuestras sociedades".
Sin embargo, lo cierto es que rara vez tenemos una idea de lo que es una mujer con poder porque no contamos con tantos referentes. La diferencia son los espacios en los que se disputa ahora el poder. "Las redes sociales y la industria del entretenimiento marcan las normas de un sistema diferenciado para hombres y para mujeres, creando algunas incluso más dañinas que las anteriores", subraya Muñoz.
¿Qué mensajes y modelos transmiten la publicidad, las series, videoclips, videojuegos, reality shows? ¿Cómo es la oferta? El hilo conductor con la sociedad en que vivimos es la cultura de la violación, señala. Es un término diseñado para mostrar las formas en que la violencia sexual se normaliza y trivializa. A veces ni siquiera somos capaces de percibirla.
Esta normalización se produce, en opinión de Muñoz, en todos los ámbitos: música, anuncios, cine... "Sigue funcionando y se manifiesta cuando se culpa a la víctima, se hacen bromas y comentarios machistas, con actitudes sexistas...". Esto ocurre en la base de la pirámide y se puede ir escalando hasta el acoso, agresiones sexuales, amenazas... No es casualidad, indica, que cada vez haya más ciberdelitos como el porno de venganza.
La buena noticia es que hemos alcanzado la cuarta ola del feminismo y "debemos aprovechar los nuevos espacios digitales". Algunas de sus características tienen que ver precisamente con la idea de poder contar y compartir experiencias comunes. Ahora nos conectamos con mujeres de otros contextos culturales, con otras generaciones y con otras luchas que se están librando en otros países. Estamos ciberconectadas.
En la última parte de la sesión abrimos un interesante debate con todas las personas que nos acompañaron en este taller celebrado a través de la plataforma Zoom.
Programa Cosmi Vallekas, subvencionado por la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid.