La Secretaria General de Mujeres en Igualdad, Carmen Fúnez, sostiene que los datos del informe de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) publicado el 5 de marzo demuestran "la importancia que tiene que se denuncien todos los casos" de violencia de género para poder actuar y combatir esta lacra.
No obstante, Fúnez indicó a Servimedia que el estudio constata que "el trabajo que se desarrolla en España en este ámbito está dando sus frutos", aunque insistió en la necesidad de seguir avanzando para acabar con la violencia de género.
El informe concluye que el 33% de las mujeres europeas afirman haber sufrido violencia física o sexual durante la infancia a manos de un adulto, aunque se registran notables diferencias entre países.
Fúnez destaca la calidad del estudio, puesto que se ha realizado mediante entrevistas a un total de 42.000 europeas de entre 18 y 74 años. A su juicio, el trabajo vuelve a poner de manifiesto la importancia de presentar denuncia: "las mujeres que lo hacen tienen más posibilidades de superar una situación de maltrato".
En este sentido, incide en que el propio informe señala que el 72% de las mujeres que presentaron denuncia consiguieron superar la situación, por lo que insistió en la importancia de la concienciación y la sensibilización, "no sólo de las afectadas, sino de toda la sociedad". A su juicio, la violencia de género es una cuestión que debe ser abordada desde el ámbito europeo, ya que "requiere también de políticas comunes".
PROPUESTAS DE LA UNIÓN EUROPEA
No en vano, la macroencuesta pone de manifiesto la necesidad de que una gran variedad de grupos actúen para combatir la violencia contra las mujeres, incluidos los empresarios, los profesionales sanitarios y los proveedores de servicios de Internet. La FRA señala una serie de propuestas para mejorar la situación y dar apoyo a la UE y a los responsables políticos nacionales con el fin de que introduzcan y apliquen medidas de gran alcance para evitar la violencia contra las mujeres y darle respuesta:
Los Estados miembros de la UE deberán ratificar el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (el Convenio de Estambul).
Los Estados miembros de la UE deberán considerar la violencia del compañero íntimo como un problema de índole pública y no privada. De este modo, la legislación de todos los Estados miembros deberá considerar que la violación que se produce dentro del matrimonio es igual a otros casos de violación, y deberá responder a la violencia doméstica en su calidad de grave problema de interés público.
Los Estados miembros de la UE tienen que revisar el alcance de las actuales respuestas legislativas y políticas al acoso sexual, reconociendo que puede producirse en diferentes entornos y a través de diferentes medios, como Internet o teléfonos móviles.
La policía, los profesionales sanitarios, los empresarios y los servicios especializados en el apoyo a las víctimas deberán formarse y disponer de los recursos adecuados y las competencias necesarias para llegar a las víctimas.
La policía y otros servicios pertinentes deberán formarse para reconocer y entender cómo afecta el maltrato psicológico a las víctimas con el fin de garantizar que se reconozcan y se registren todas las formas de violencia contra las mujeres (y las niñas) en diferentes entornos, así como que se tomen medidas al respecto.
Deberá instarse a la policía a reconocer e investigar de forma rutinaria casos de acecho y acoso cibernéticos.
Internet y las plataformas de redes sociales deberán apoyar proactivamente a las víctimas del acoso cibernético para que denuncien los abusos y restringir el comportamiento indeseado.
Los servicios especializados de apoyo deberán abordar las necesidades de las víctimas que tienen sentimientos negativos tras la victimización (como la autoinculpación y la sensación de vergüenza).
Las campañas sobre violencia contra las mujeres y las respuestas a esta deberán dirigirse tanto a hombres como a mujeres. Los hombres tienen que implicarse positivamente en iniciativas que analicen el modo en que algunos hombres emplean la violencia contra las mujeres.
Existe una necesidad clara de mejorar y armonizar la recogida de datos sobre la violencia contra las mujeres, tanto en los Estados miembros como entre ellos.