Carmen Fúnez, secretaria general de Mujeres en Igualdad, impartió ayer una conferencia en la Facultad de Sociología y Ciencias Políticas de la Universidad de Granada para analizar los logros y los retos pendientes de la sociedad española en torno a la igualdad y conciliación.
Pese a que la igualdad está garantizada desde el punto de vista jurídico, “debemos seguir trabajando para alcanzar la igualdad real de oportunidades”, señaló Fúnez, porque las mujeres españolas se enfrentan a obstáculos como:
- Brecha salarial.
- Brecha en las pensiones (38%), sobre todo las de viudedad, “una terrible injusticia” .
- Violencia machista, “la peor de las desigualdades”.
- Maternidad: considerada en el ámbito laboral “más un obstáculo que una oportunidad para la mujer y la sociedad”.
A su juicio, la educación es clave para romper esta cadena: "Es la puerta más directa para acceder a la igualdad de oportunidades". Fúnez abogó por la "educación para todos y, en este momento de cambios tecnológicos constantes, acceso a la formación continua".
"No queremos renunciar"
Las medidas de conciliación y corresponsabilidad deben ir dirigidas, insistió Carmen Fúnez, tanto a hombres como a mujeres porque, de lo contrario, implican “renuncia y desigualdad”.
Prueba de ello es que solo el 55% de las trabajadoras españolas recupera el horario laboral tras ser madre, frente a casi la totalidad de los hombres.
Racionalizar los horarios, acabar con la cultura del presentismo en las empresas y aplicar medidas de flexibilidad laboral son algunas de las medidas por las que apostó la secretaria general de Mujeres en Igualdad en la conferencia, a la que asistieron decenas de alumnos de la facultad. “Es fundamental que las administraciones y empresas dejen de hablar de gasto y lo transformen en inversión en conciliación e igualdad”, destacó.
Y no solo eso. Hay que dar un paso más y “trabajar desde otros enfoques” para:
- Acabar con la división sexual del trabajo. “Las medidas de corresponsabilidad dirigidas a los hombres tienen un escaso impacto aún”.
- Superar los roles tradicionales.
- Plantear medidas de conciliación abiertas e independientes a la situación familiar.
- “Revisar los modelos de liderazgo para evitar que la cultura del miedo impida acogerse a medidas de conciliación”.
En definitiva, el objetivo es que tanto mujeres como hombres sean más felices “sin tener que conjugar, ninguno más que otro, el verbo RENUNCIAR”. “El equilibrio es un requisito indispensable para alcanzar la felicidad”, concluyó Fúnez.