Ayer, 26 de febrero, fue una jornada negra en España. A la muerte de una mujer en Barcelona tras recibir un disparo realizado, presuntamente, por su propio marido, se sumó horas después la de otra mujer en Fuenlabrada.
Fueron dos hijos de la fallecida en Fuenlabrada, ambos menores de edad, quienes dieron la voz de alarma al no poder entrar en la vivienda porque la puerta estaba cerrada con la llave echada por dentro. Cuando los bomberos y la Policía Nacional derribaron la puerta hallaron dentro del domicilio los cuerpos sin vida de la mujer, Nuria T.S, de 43 años, y la de su ex pareja, un hombre de 45 años. La primera con golpes en la cara y el segundo sin signos externos de violencia. Según han informado fuentes de la investigación, la principal hipótesis es que el hombre discutió con la mujer y la mató a golpes, tras lo que él murió por un infarto o porque tomó algo para acabar con su vida.
El Grupo VI de Homicidios de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid ha confirmado que la muerte de la mujer es de etiología homicida. Será la autopsia la que determine las circunstancias de ambas muertes, aunque la policía cree que este crimen es un nuevo caso de violencia machista. La pareja había roto hacía unos días.
SIN DENUNCIAS POR MALOS TRATOS
La víctima no había presentado denuncia alguna por malos tratos en los servicios del Ayuntamiento ni ante la Policía Nacional, según han indicado a Europa Press fuentes policiales. Sí la había interpuesto hacía tiempo contra su exmarido, quien está actualmente en busca y captura por agredirla y al parecer reside en Chile.
Por otro lado, los Mossos d'Esquadra detuvieron a un anciano acusado de matar a su mujer de un disparo en su piso del barrio de Gràcia de Barcelona. Tanto el detenido como la víctima mortal serían de edad avanzada, unos 75 años, si bien por el momento no han trascendido más detalles del crimen. Esta sería la cuarta víctima mortal de la violencia machista en Cataluña en lo que va de año y, de confirmarse, elevaría a 11 la cifra en toda España.
Mujeres en Igualdad insiste en la necesidad de involucrar a toda la sociedad para denunciar la violencia de género y actuar ante cualquier signo del maltrato.