La Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid protagoniza nuestro segundo encuentro del proyecto Doy la cara contra la discriminación.
Nuestro objetivo es visibilizar a las personas que trabajan contra la discriminación en España para que las víctimas cuenten con referentes, se sientan identificadas, soliciten asesoramiento y denuncien. Un total de 12 hombres y mujeres nos relatarán su historia y nos mostrarán buenas prácticas para prevenir y atajar estos delitos mediante su experiencia personal y profesional.
Esta unidad se encuentra en la calle Sacramento, 2, en pleno centro de Madrid, cerca de la Plaza de la Villa. La integran 33 agentes -mujeres y hombres- que se han adherido a la unidad de forma voluntaria con un objetivo: trazar un mapa de la discriminación en la ciudad de Madrid.
Fue allí donde reunimos con el equipo para conocer con más detalle su metodología de trabajo, pionera en España. En concreto, con el subinspector de Policía Judicial Andrés González y el oficial de la Unidad de Gestión de la Diversidad (UGD), Ángel Rabadán.
Esta unidad fue creada en abril de 2016 y funciona de lunes a domingo, de 07:00 a 23:00, en dos turnos. En ella se trabaja de forma especializada apoyando a víctimas de delitos de odio, hechos discriminatorios e intolerancia por racismo/xenofobia, orientación/identidad sexual, género, prácticas religiosas, origen étnico, exclusión social, ideología, diversidad funcional, discapacidad, aporofobia e ideología.
Parten de la base de que la gestión de la diversidad social desde el punto de vista de la seguridad ciudadana es algo novedoso.
¿Qué tareas desempeñan? Prestar apoyo a las víctimas, hacer un seguimiento de los casos y, si la víctima está de acuerdo, presentar una denuncia. Para ello trabajan a diario con el tejido asociativo madrileño, sobre todo con asociaciones de LGTBI, de personas sin hogar, Fundación Secretariado Gitano... En la mayoría de ocasiones, las víctimas confían más en las asociaciones y se dirigen a ellas antes que a una patrulla.
Sus funciones son:
- Recepción de denuncias de delitos de odio cometidos tanto de forma presencial como a través de las redes sociales.
- Atención, protección y orientación a las víctimas.
- Trabajo con ONG de víctimas y de defensa de los derechos humanos.
- Coordinación con los diferentes departamentos de la Policía Municipal.
Hasta ahora, señalan, han tenido conocimiento de muy pocos casos discriminatorios hacia las mujeres. Lo que más se denuncia en Madrid, señalan los agentes, es la LGTBfobia. "Existen asociaciones muy fuertes y estamos en Madrid, posiblemente la ciudad de España donde la visibilidad del colectivo LGTBi es mayor", afirman.
Respecto a las personas sin hogar, creen que la protección se ha derivado siempre a un punto de vista asistencial (cobijo, comida...) pero no se contemplaba el empoderamiento en el ejercicio de sus derechos.
¿Qué porcentaje de hechos discriminatorios se denuncian en España? ¿Está la sociedad española sensibilizada?
A su juicio, "aún falta un poco de concienciación social". Estiman que solo se denuncia el 20% de los hechos, o incluso menos. Es decir, el 80% permanece oculto.
"Hay que ir, día a día, trabajando en ello. Ocurrirá lo mismo que con la violencia de género, que aumentará la sensibilización”, apuntan.
El problema es que, en el caso de los Delitos de Odio, el concepto no está cerrado. A veces tiene que ver más con una concepción emocional que con una tipología jurídica e incluso sociológica. Si la definición no está clara, resulta mucho más complejo que la sociedad los identifique y decida denunciar.
La Unidad de Gestión de la Diversidad prefiere hablar de “delitos de intolerancia” porque delitos de odio es una traducción literal del Hate Crime inglés.
"En España hay una discriminación adquirida y que se entiende como normal", destacan. Hay determinados comportamientos que están tan normalizados que se consideran rutinarios y se piensa: bueno, tampoco es tan grave. Pero sí lo es.
Determinados colectivos llevan sufriendo una discriminación histórica, en toda su trayectoria y proceso vital y, a veces, ni siquiera la identifican como discriminación. "Cuando reciben un empoderamiento, bien a través de la denuncia o mediante el tejido asociativo/amistades/grupos de iguales o, en este caso la Policía, piensan: por qué tengo que aguantar que me digan determinadas cosas".
Su objetivo es conseguir un mapa real de la intolerancia que existe en Madrid: "como Policía, queremos saber qué está ocurriendo en la ciudad, en qué distritos, en qué lugares, dedicarle recursos y elaborar un plan de trabajo". Lo hacen siguiendo el modelo anglosajón. Es decir, recogen todos los casos conocidos, no solo los muy graves o denunciados.
Lo importante -destacan- es que esta preocupación no se quede en una moda, sino que tenga continuidad, porque la misión fundamental es proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de todas las personas.
Y advierten: las estadísticas siempre se deben entender con cuidado. Recogen hechos que la persona que los ha sufrido entiende como discriminatorios. Recopilan, incluso, noticias de prensa y pintadas callejeras con el objetivo de "obtener una radiografía más real de la discriminación".
Si quieres contactar con esta unidad puedes dirigirte a:
CALLE SACRAMENTO, 2 28005 MADRID
- Barrio / Distrito PALACIO / CENTRO
- Teléfono 915 880 824
- 915 883 845
- 606 690 970 (se admite whatsapp)
- Correo: delitosdeodio@madrid.es
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- POLICÍA MUNICIPAL DE MADRID: 092
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