¿Qué sabes de eso? ¿Qué quieres saber? Con estas preguntas arrancan algunos de los talleres de educación sexual dirigidos a la población adolescente impartidos por Mercedes Sánchez Mora y Azucena Metidieri Muñoz, agentes de igualdad y expertas en sexualidad. Ese ha sido, además, el nombre del ciclo online organizado por Mujeres en Igualdad en el marco del Programa Equals 3.0 por la igualdad y el buen trato en el ámbito educativo. Mercedes Sánchez ha dirigido esta tarde la segunda sesión.
La realidad es, ha resaltado, que "hay muchísimas dudas no resueltas porque no se habla con libertad sobre esta educación afectivo-sexual". A su juicio, al hablar de sexualidad se aborda la función reproductiva, cómo prevenir un embarazo o cómo evitar una enfermedad de transmisión sexual, pero "si solamente se les habla de estas cuestiones están perdiendo gran parte de la información". El objetivo, ha indicado, es que "aprendan a tomar decisiones responsables sobre qué es la sexualidad".
Por eso, además de la función reproductiva hay que tener en cuenta la parte comunicativa (el ser capaces de decir lo que nos gusta y lo que no nos gusta) y erótica.
"Hay que hacerles entender que la sexualidad es un ingrediente básico de la vida. Algo placentero que hay que dejar de ver como un tabú. Si buscan sus propias fuentes de información las van a hallar en Internet y allí se van a encontrar con la pornografía", ha añadido.
¿Cómo es el porno mainstream al que acceden en la adolescencia de manera gratuita y a golpe de clic? "Es misógino, irreal, muestra una interpretación errónea de lo que es una relación sexual, representa a las mujeres como objetos y normaliza comportamientos degradantes o violentos. Además, envía mensajes confusos sobre lo que es el consentimiento", ha expuesto la experta en sexualidad. Suelen mostrar que el sexo es algo que se hace a otra persona, no algo que se hace con otra persona.
El informe revela que en el análisis de cómo se traslada este consumo a la realidad casi la mitad de adolescentes (un 46,1%) no utiliza siempre medidas de protección, y un 13,7% no lo hace nunca o casi nunca. En el grupo de los que ven porno con más frecuencia, un 36,8% no diferencia entre la ficción y sus propias experiencias. El 27% de las chicas no saben identificar prácticas de riesgo como la ausencia de preservativo.
"Madres y padres no solemos afrontar este tipo de cuestiones, sigue siendo un tabú", ha señalado Sánchez. ¿Cómo lo abordan en el aula? A veces trabajan solo con las chicas por un lado y con los chicos por otro porque se genera un mayor clima de confianza.
"Nadie les resuelve todos sus miedos y preguntas” y la consecuencia es que llegan a un encuentro sexual con muchos temores, lo que hace que en muchos casos no sea una experiencia grata. La agente de igualdad apuesta por una educación de calidad desde las primeras etapas
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Por lo general, los chicos están muy presionados a la hora de demostrar que tienen experiencia y las chicas, en la mayoría de los casos, desconocen su propio cuerpo y depositan en ellos el papel de guía, con la consecuente frustración. "No les hablamos de cómo debe ser una sexualidad igualitaria, sana, placentera".
Mercedes Sánchez ha tratado, a lo largo de dos horas, otras muchas más cuestiones, como la sexualidad en personas con diversidad funcional, y ha facilitado recursos, ejemplos y enlaces a webs especializadas. Finalizamos con esta reflexión:
"Generar actitudes positivas y saludables ante la vivencia de la sexualidad va a facilitar que sus decisiones sean lo más acertadas posibles y no apuestas en un juego de azar".
Programa subvencionado por la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid.