Fátima Djarra Sane, mediadora social de Médicos del Mundo en Navarra, sabe bien cuáles son las complicaciones de una mutilación genital.
Pertenece a una etnia en la que aún es costumbre y fue sometida al proceso cuando solo tenía cuatro años. "En sexto de primaria mi profesor empezó a enseñar el aparato genital y me di cuenta de que yo era diferente, diferente a algunas compañeras que no estaban mutiladas, pero no podía hablar de ello ni preguntar, es un tabú", explica.
Con los años averiguó que su madre se había opuesto en un principio, no era de la misma etnia, pero la familia de su padre, donde sí se practicaba de generación en generación, impuso su criterio. Esta es la presión social que mantiene la ablación en muchas familias.
El proceso de Djamila Mamuodou fue a la inversa. Es maliense, vive en Pamplona con su marido, refugiado, y tiene dos hijos. No fue mutilada por la férrea oposición de su madre y cuenta que le pasó factura, aunque ahora da gracias. Era de las pocas en el colegio que no habían sido sometidas a ese trance y se preguntaba por qué tenía que ser distinta a las demás. A juicio de ambas, cambiar la mentalidad de quienes por tradición, lo perpetúan, "es clave", según reconocen en declaraciones a Europa Press.
Hay que recordar que la Mutilación Genital Femenina es una práctica arraigada aún en muchas comunidades del mundo, principalmente de países africanos como Malí, Somalia o Etiopía, que cercena los derechos fundamentales de las niñas -se calcula que hay 125 millones de víctimas-, y amenaza su vida, su integridad y su desarrollo, pero combatirla no es sólo cuestión de prohibir y legislar. Hay que sensibilizar.
Por este motivo el Gobierno de España ha reconocido hoy, en el Día Internacional de Tolerancia cero con esta atroz práctica, el trabajo realizado por la sociedad civil, profesionales y organizaciones especializadas públicas y privadas al dar a conocer la existencia y gravedad de este problema, así como facilitar la formación y la toma de conciencia por los profesionales que intervienen en estas situaciones.
Firme compromiso de Mujeres en Igualdad
Mujeres en Igualdad está firmemente comprometida con la prevención y erradicación de la ablación. Prueba de ello es el manual que editó el pasado septiembre para intentar frenar una práctica que cada día, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, afecta a unas 6.000 niñas en todo el mundo. Se han editado 18.000 ejemplares y puede consultarse aquí, en la web.
La Confederación Nacional recibió, en un acto organizado por el Parlamento Europeo en Madrid el pasado diciembre, una mención especial por la elaboración de este Manual de prevención de la mutilación genital femenina.
Numerosas instituciones y entidades se han hecho eco de su publicación, como distintos ministerios, la agencia de las Naciones Unidas para la igualdad de género, ONU Mujeres, Medicusmundi, AECID, concejalías de Igualdad de toda España, IES, bibliotecas públicas, Ayuntamientos, Centros de la Mujer, embajadas españolas, el Consulado Argentino en España, la Oficina de Derechos Humanos, Colegios de Psicólogos, Médicos, Abogados o Trabajo Social, Universidades, Policía, Unidad de Violencia de Género de las Subdelegaciones y delegaciones del Gobierno de todas las provincias, Servicio de Atención a la Víctima del Delito, Instituto de la Mujer de varias provincias...
Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas pidió un informe a cada país, a finales de 2014, sobre el cumplimiento de la resolución 27/22 del Consejo de Derechos Humanos sobre buenas prácticas y principales dificultades en la prevención y eliminación de la Mutilación Genital Femenina. En su respuesta, España hizo una mención expresa a nuestro manual.
En concreto, a la pregunta "¿El Estado miembro tiene y difunde informaciónbasada en la evidencia sobre los riesgos para la salud en relación a la MGF?", se respondió que "tanto el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad como el Ministerio de Empleo y Seguridad Social impulsan investigaciones y jornadas a través de sus subvenciones que permiten difundir los riesgos para la salud que esta práctica supone para mujeres y niñas. Ejemplos de ello son el Manual de prevención de la mutilación genital femenina. Buenas prácticas, realizado por la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad (2014)".
Declaración institucional
El Gobierno ha denunciado hoy que la mutilación genital es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos que "refleja la desigualdad existente entre mujeres y hombres". Asimismo, viola los derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometida a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.
Por ello, el Ejecutivo Español ha reiterado su rechazo y el de toda la sociedad y ha recordado que es una forma de maltrato grave, como aparece expresamente recogido en el Protocolo básico de intervención contra el maltrato infantil en el ámbito familiar, aprobado el 9 de junio de 2014.
Para mejorar la salud de las mujeres y las niñas a las que se ha practicado la mutilación genital, así como trabajar en la prevención y detección del riesgo se aprobó el pasado 14 de enero de 2015 el Protocolo común de actuación sanitaria ante la mutilación genital femenina en el Sistema Nacional de Salud.
A nivel internacional destaca el Convenio de Estambul, ratificado por España el 6 de junio de 2014, y en vigor en nuestro país desde el 1 de agosto de 2014, que contempla como delito todas las formas de violencia contra la mujer, entre las que se encuentra la mutilación genital femenina.
LA MUTILACIÓN EN CIFRAS
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