Hoy os presentamos a Marta González Sanjuán, experta en Nuevas Tecnologías, ciberseguridad, educación digital a menores y familias y experta en Igualdad de Género. Además, es la presidenta de la Comisión de Tecnología y Mujeres 4.0 de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad.
En este primer artículo aborda la relación entre las nuevas tecnologías y la juventud. Estas son sus reflexiones:
Las tecnologías forman parte de la vida de adolescentes a unas edades cada vez más tempranas. Éstas se han convertido en un elemento de sociabilización y de comunicación entre iguales pero, a su vez, han marcado unas nuevas reglas de juego en las relaciones de pareja. Se están reproduciendo patrones machistas que se creían desaparecidos pero que vuelven más afianzados y aceptados por adolescentes y jóvenes. Se confunde el concepto del amor romántico, idealizado por novelas, canciones o películas.
Todo esto, unido a que el uso de la telefonía móvil se ha convertido en un medio para el desarrollo de las relaciones entre adolescentes. El smartphone acompaña a chicas y chicos durante todo el día, teniendo acceso desde el bolsillo a Internet, es decir, al mundo entero. Las formas de ejercer la violencia de género ha pasado del plano físico al plano tecnológico, donde las tecnologías favorecen el ejercicio del control y el seguimiento de las relaciones y el vivir la relación de cara a la Red.
Son las chicas las que, en ocasiones, consideran que el control que ejerce su pareja es una muestra de amor. Por otro lado, muchos chicos consideran como una muestra de amor el poder tener una relación abierta en la Red. El problema aparece si ambos adolescentes no son conscientes de que se trata de una relación tóxica y de que ella puede estar sufriendo violencia de género.
Por otro lado, si se decide poner fin a la relación de pareja, nos encontramos con que todo ha quedado memorizado en Internet, dejando una huella digital de imágenes y comentarios. Este historial dificulta la finalización de la relación y el poder retomar una vida normal. Por lo tanto, las personas adolescentes tienen hoy un reto: conciliar sus relaciones y su vida con las nuevas tecnologías y el concepto de amor romántico.
El uso generalizado de las nuevas tecnologías está transformando la realidad que vive la juventud en el terreno de las relaciones de pareja. Está inmersa en un mundo tecnológico a través del cual se relaciona, comunica, expone, socializa… Vive su vida en una realidad paralela donde se mezcla lo real y lo virtual. Dentro de esta realidad, es en la adolescencia cuando se dan los primeros indicios de enamoramiento y los primeros pasos en las relaciones de parejas entre iguales. Esta juventud, a la que solemos denominar “nativa digital”, ha crecido introduciendo, en su día a día, nuevas pautas y herramientas para comunicarse y expresarse en diferentes espacios, tanto online como offline, construyendo una nueva forma de sociabilización.
El problema radica en que no se han establecido pautas de referencia ni los tiempos ni las formas de este seguimiento a través de la Red. Provoca que la juventud no establezca límites y navegue en las redes sociales en función de las referencias que tiene de su entorno. La inmediatez y el estar siempre online se dan por sentado entre los usuarios, junto con la necesidad de una respuesta inmediata. Esto limita la libertad y la autonomía de la persona que está al otro lado. Si a este componente de inmediatez que nos ofrecen las tecnologías se le suma la realidad de una pareja, puede generar una fuente de conflicto y, en algunos casos, puede llegar a convertirse en un escenario con indicios de violencia de género.
Estos primeros pasos en el amor adolescente, unido a la vida tecnológica en la que conviven, proyectan en nuestra juventud y en la usabilidad de la red nuevos paradigmas. La violencia de género ha sido y sigue siendo una de las conductas más claras de desigualdad. Las mujeres sufren violencia por el hecho de serlo. No existe un perfil tipo de víctima ni por motivos económicos, sociales o educativos. Es, simplemente, una cuestión de género.
@Glez_Marta