Mujeres víctimas de malos tratos charlan en un encuentro en el que cada una expone su historia. Santiago (República Dominicana). Proyecto: Ayuda a mujeres víctimas de malos tratos. Copyright: Annie Bungeroth/Intermón Oxfam
Cada día, en todas las partes del mundo, las mujeres y las niñas se enfrentan a la violencia. En el hogar, en la calle, en el trabajo... Algunas personas creen que esta violencia está justificada y, en muchos casos, es considerada "normal o aceptable". Otras muchas personas la rechazan, pero en el ámbito privado y no se pronuncian públicamente. Esto tiene que cambiar. ¿Por qué no actuamos? Es el objetivo de la campaña internacional de Oxfam “¡Basta! (Say Enough!)
La desigualdad de género es tanto causa como consecuencia de las violencias contra las mujeres y las niñas. Es el principal mensaje de la campaña internacional de Oxfam “¡Basta! Acabemos con las violencias contra mujeres y niñas”, cuyo objetivo es poner fin a una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas. Nos trasladamos a Barcelona, a la sede de Oxfam Intermon, para conversar con la responsable de derechos de las mujeres en la organización, María Reglero, y conocer con más detalle esta y otras de sus campañas en el marco de nuestros encuentros Doy la cara contra la discriminación.
¿Sabías que una de cada tres mujeres sufrirá violencia a lo largo de su vida? Se trata de una lacra global que no conoce fronteras geográficas, culturales o sociales. Sin embargo, las mujeres en situación de exclusión, entre ellas las mujeres y niñas en situación de pobreza, se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad a diferentes manifestaciones de violencia: matrimonio infantil, mutilación genital femenina, trata con fines de explotación sexual y laboral, entre otras.
Oxfam lleva décadas desarrollando programas por los derechos de las mujeres pero, “a pesar de que tenemos un histórico muy potente en justicia de género, no siempre es tan conocida esta labor como la realizada en otras áreas. Desarrollamos programas específicos cuyo objetivo fundamental es fortalecer los derechos de las mujeres”, señala Reglero.
Su estrategia es dual: por un lado, existen programas específicos para el empoderamiento de las mujeres y fortalecimiento de los movimientos feministas y de mujeres y, por otro, se integra cada vez más la perspectiva de género en programas como los de resiliencia y reducción de la desigualdad económica.
La organización trabaja en más de 90 países para contribuir a la erradicación, principalmente, de la pobreza y la injusticia y colabora en red con organizaciones de la sociedad civil, entre las que se encuentran organizaciones feministas y de defensa de los derechos de las mujeres que implementan los programas “desde su mirada, con un enfoque feminista con mirada interseccional”.
Reglero nos explica su funcionamiento: “en los programas de desarrollo trabajamos, en alianza, con socias. En América Latina y CaribeOxfam Intermón tiene un histórico de 30 años de la mano del movimiento feminista y de mujeres, con un trabajo tanto en liderazgo transformador y participación política de las mujeres como con una labor muy potente en eliminación de violencias machistas. Supone acompañar al movimiento feminista en su incidencia para que se implementen las leyes y políticas públicas, denominadas de segunda generación en América Latina y Caribe, para que tengan recursos y que haya realmente una rendición de cuentas y una lucha contra la impunidad”.
La responsable de derechos de las mujeres reconoce que “uno de los problemas clave son los imaginarios y las normas sociales que reproducen y normalizan la violencia sexual, el feminicidio y otros tipos de violencias machistas”. Poner fin a esta situación es uno de los objetivos de la campaña internacional Say Enough! (a nivel global Basta!, pero también conocida en Bolivia como Actúa o Baraka en Marruecos). “Es una campaña internacional gestada muy a nivel local y desarrollada por las socias, principalmente jóvenes y organizaciones feministas”.
Está enfocada al cambio de normas sociales e imaginarios. Es decir, a prevenir la violencia. “Sabemos que hay que responder a ella, pero para prevenirla tenemos que cambiar y transformar estos imaginarios que la reproducen y la normalizan”, especifica Reglero.
En otras palabras, el propósito de la campaña es cuestionar y eliminar la muy arraigada y equivocada idea de que los hombres son superiores a las mujeres. Para lograrlo, Oxfam proporciona apoyo a personas y comunidades para que identifiquen y comprendan las causas de las violencias y desarrollen su capacidad para decir "basta" a estas actitudes y conductas tan dañinas. Ilustra seis historias: la de María, de Guatemala; Komal, de India; Cheper, de Indonesia; Saida, de Marruecos; Nalishebo, de Zambia; y Danna, de Bolivia.
SEIS HISTORIAS DE TRANSFORMACIÓN, COMO LAS DE SAIDA Y CHEPER
En Marruecos, la violencia contra las mujeres adopta muchas formas diferentes: física, psicológica, económica, legal… “Especialmente en el contexto del divorcio", relata Saida. "Mi marido me obligó a divorciarme porque no acepté que tomara una segunda esposa. Mi hija y yo nos vimos obligadas a abandonar nuestra casa que oficialmente pertenecía a mi marido. A pesar de la legislación, la mentalidad de la gente cambia muy despacio. Ni los abogados ni el juez me ayudaron". Con el apoyo de Oxfam, Saida participó en un taller formativo para aprender a obtener ingresos para mantener a su hija y a sí misma. Ahora, asesora a otras mujeres sobre cómo reclamar sus derechos.
Una de las novedades de esta campaña es que también interpela a los chicos. Es el caso de Cheper, de Indonesia, que se casó con una menor y ahora colabora en su comunidad para acabar con el matrimonio infantil y las violencias contra las mujeres. "Cuando era pequeño, mi padre solía golpear a mi madre. Yo quería denunciar a mi padre ante la policía, pero no lo hice. La comunidad lo consideraba algo normal".
¿Qué estrategias se pueden adoptar para romper con esta violencia normalizada e enraizada en todas las culturas?, preguntamos a Oxfam.
“Las estrategias son muy diversas. En América Latina y Caribe, por ejemplo, la campaña está trabajando bastante en zona urbana y periurbana con jóvenes y estamos empleando el arte como agente transformador en murales, obras de teatro e, incluso, reggaetón, que suele ser una música con mensajes muy machistas”.
También se están empleando las redes sociales y “hay un gran trabajo de reflexión de la propia juventud, incluyendo cada vez más a las familias y a su entorno. Es muy importante el trabajo con los chicos en la expresión de masculinidades positivas porque el problema lo tienen ellos”, apunta Reglero.
La organización se encuentra ahora en un proceso de desarrollo de un paquete de herramientas que permitan medir el cambio de imaginarios para comprobar si la campaña está dando resultados. “Es un trabajo cualitativo y difícil de evaluar. Esto va de mentalidad, de transformación y de si empezamos a cuestionarnos los roles de género, las actitudes machistas más arraigadas…”.
Para ello se trabaja en relaciones de género, con las chicas y con los chicos, para ver cómo se deconstruye el mito del amor romántico, los celos, cómo se perciben socialmente… “En muchos contextos latinoamericanos y aquí también ocurre, los celos se conciben como una forma de amor; el control quiere decir que estás demostrando tener un interés por la persona y cómo eso puede escalar de tal forma que cuando ella quiere dejar una relación tóxica, la violencia puede llegar hasta el feminicidio. Esto pasa, y por eso debemos realizar una reflexión muy importante y decir: deconstruyamos de dónde viene todo y sobre todo desde una mirada que entienda que no esto no es excepcional, sino estructural”, afirma la responsable de derechos de las mujeres en España.
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