En concreto, 12 han encontrado empleo por cuenta ajena, dos han decidido emprender por su cuenta, dos más están realizando prácticas de cajeras en supermercado, 12 han participado en un curso de iniciación a la Pastelería y, finalmente, dos personas han abandonado el programa por razones personales y familiares.
"Desde el Ayuntamiento de Palencia sólo podemos agradecer a Mujeres en Igualdad la magnífica labor desarrollada en la gestión del programa, al CETECE (Centro Tecnológico de Cereales) por haberse implicado y a todas las integrantes por haber logrado llegar a un nivel de complicidad y compañerismo que ha hecho que sea uno de los mejores grupos que ha pasado por este programa", ha afirmado el alcalde de Palencia, Alfonso Polanco.
¿En qué consiste esta iniciativa?
El programa está dirigido a mujeres en proceso de integración social y laboral, con dificultades para encontrar empleo, y ha sido cofinanciado por el Ayuntamiento de Palencia y el Fondo Social Europeo a través del Instituto de la Mujer. En concreto:
• Víctimas de violencia de género
• Responsables de núcleos familiares
• Mayores de 45 años sin titulación
• Mujeres pertenecientes a minorías étnicas
• Inmigrantes
• Mujeres con discapacidad
• Reclusas
• Jóvenes sin titulación o baja cualificación
Por un lado, se compone de un módulo de motivación personal y para el empleo, que sirve para fomentar la autoestima, trabajar las habilidades sociales y definir el perfil profesional y, por otro, ofrece información básica para la búsqueda de empleo: cursos, cómo homologar estudios, posibilidades de pedir un microcrédito para abrir un pequeño negocio, cómo elaborar un currículo o dónde buscar empleo.
Mujeres en Igualdad de Palencia, entidad encargada de la gestión, dividió el programa en cuatro fases: motivación, información y orientación, formación y búsqueda de empleo, tal y como señala Purificación Abarquero, una de las dos monitoras responsables de la ejecución, junto a María Soledad Aragón.
“Muchas mujeres venían con la autoestima baja. Intentamos que participaran en las actividades de grupo, pero algunas lo hacían obligadas. Nuestro papel como dinamizadoras era manejar estas situaciones e introducirnos en cada una de sus historias”, relata Abarquero.
“Al principio, pocas mujeres se atrevían a hablar y a expresar sus vivencias”, añade. “Esta primera fase de desarrollo personal fue un poco ardua”, reconocen las gestoras del programa.
Las dinámicas de las guías que proporciona el Instituto de la Mujer fueron decisivas para que las participantes se abrieran a las demás, sobre todo al abordar la perspectiva de género. Es que lo ocurrió, por ejemplo, con juegos como la “máquina de los abrazos”.
“Ahora tienen un coraje que no hay quien las pare”, destaca Purificación.
Aunque el programa ha finalizado, Purificación y Sol no han concluido su trabajo. “Se han creado lazos de amistad tremendos y vamos a continuar con el proceso de intermediación laboral”. El apoyo del Ayuntamiento también ha sido decisivo para el éxito del programa. Los concejales de Servicios Sociales y Mujer se reunieron con las participantes un día después de la finalización del curso, el pasado 1 de octubre, para escuchar sus testimonios y evolución personal.