¿Cómo te definirías? ¿Qué tipo de persona crees que eres? ¿Extrovertida? ¿Tímida? ¿Cómo es tu autoestima? Reflexiona unos minutos e intenta dar respuesta. Este es el punto de partida. "Cuando cambiamos el pensamiento cambiamos la conducta y las emociones, lo que favorece el desarrollo personal", destacó ayer la psicóloga Raquel Muñoz Jorge, quien nos embarcó en un viaje de autoconocimiento.
El objetivo de esta sesión online de nuestro programa IPAD era muy claro: mejorar la autoestima para favorecer la empleabilidad, clave en estos meses tan complicados. Eso sí, gozar de una autoestima sana no debe confundirse con el egocentrismo, señaló Muñoz, experta en recursos humanos, consultoría y formación a mujeres emprendedoras.
La autoestima empieza a forjarse en la infancia y en la adolescencia se toma conciencia de ella y se puede reconstruir.
Es importante saber que, aunque en estos momentos sea baja, se puede trabajar y moldear. "Cuando es sana, fluyen las relaciones", apuntó. Además, de ella depende cómo nos relacionemos con otras personas, cómo resolveremos los problemas y cómo será nuestra creatividad. Hay cuatro tipos de autoestima: baja pasiva, baja agresiva, mediana y alta. ¿Dónde crees que te encuentras en estos momentos? El objetivo es alcanzar el nivel óptimo, aquel en el que no te sientes ni más ni menos que las demás personas, te respetas y respetas. No obstante, como recordó Muñoz, no se trata de un estado permanente, sino que fluctúa y un día puedes sentir alegría y otro tristeza.
¿Qué la daña? La crítica, las agresiones verbales, la burla, el desprecio, la indiferencia, el amor condicionado...
Es fundamental identificar tus fortalezas personales. Estas son algunas de las claves que nos facilitó:
- Interés por el mundo
- Amor por el conocimiento
- Juicio/pensamiento crítico/ mentalidad abierta
- Ingenio/ originalidad/ inteligencia práctica/ perspicacia
- Perseverancia/ laboriosidad
- Valor y valentía
- Integridad/ autenticidad/ honestidad
- Bondad y generosidad
- Amar y dejarse amar
- Liderazgo
- Autocontrol
En definitiva, la psicóloga nos animó a apostar por el optimismo y esperanza porque tienen que ver con la expectativa de resultados positivos en el futuro y nos ayudarán a salir de situaciones traumáticas. También a dar las gracias cada día por todo lo que nos rodea y lo que tenemos ahora. Hay que buscar, aunque a veces sea difícil, inyecciones de optimismo. Se trata de:
- Buscar tu ilusión y creer en ella
- Asumir las dificultades como un reto
- Cambiar palabras como nunca por un quizás
- Demostrar gratitud por lo que te rodea y posees
- Cambiar tu actitud mental
Muchas gracias por esta sesión y por compartir tantos consejos en este conversatorio moderado por Ana Marta Revuelta.
Programa IPAD, subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.