"Sororidad" por Mª Cruz Díaz de Terán

El año 2018 trajo consigo la incorporación del término sororidad al Diccionario de la Real Academia de la Lengua española. El término hace referencia a la solidaridad entre mujeres. Pero, aunque es nuevo, las relaciones de hermandad y solidaridad entre mujeres no lo son. Las redes de apoyo femeninas han existido desde siempre, la necesidad de crear vínculos y alianzas entre mujeres con el fin de ayudarse han sido una constante en la historia. Si echamos la vista atrás, podemos recordar cuando Hortensia se personó ante los triunviros Antonio, Octavio y Lépido para hablar en nombre de cerca de mil cuatrocientas matronas a quienes un edicto gravaba con un impuesto excesivamente oneroso. Hortensia, hablando en nombre de todas, obtuvo un resultado satisfactorio.

Recurriendo a épocas más recientes -y dado que el 8 de marzo de 1910 se logró la entrada de mujeres en la educación superior- podemos recordar las amistades y redes que se crearon en las dos primeras residencias para mujeres estudiantes en España: la Residencia de Estudiantes de la Institución Teresiana (1914) y la Residencia de Señoritas de la Institución Libre de Enseñanza (1915). Tanto un centro como el otro sirvieron de hogar para muchas mujeres que supieron darse cuenta del papel crucial que tenían en la configuración de una sociedad que querían totalmente regenerada

Sus directoras, Carmen Cuesta, representante de un feminismo católico, y María de Maeztu, defensora de un feminismo institucionista, mantuvieron una estrecha relación de amistad que fue creciendo a lo largo de los años, dado su interés por la cultura y su cualificación para un fructífero diálogo intelectual entre dos posiciones tan distintas como las que defendían. Una amistad que estuvo siempre por encima de militancias y opiniones diversas. Dos mujeres con una enorme capacidad de dialogar desde sus convicciones personales.

Un ejemplo parecido de colaboración ente mujeres de distintas sensibilidades políticas lo podemos encontrar en María Telo, Concha Sierra, Belén Landáburu y Carmen Salinas. Con su trabajo conjunto, estas juristas lograron la aprobación de la Ley 14/1975 de 2 de mayo, acabando así con ese fósil jurídico que era la incapacitación casi total en la vida social y económica de la mujer casada.

En 2020, al amparo del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Programa CYTED), se creó en la Universidad de Navarra la REDWINN. Esta Red, de la que formamos parte seis países, busca integrar grupos de investigación que tengan en común la formación, el reconocimiento y el fortalecimiento del impacto femenino. De esta manera contribuimos a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

Desde la REDWINN estamos convencidas de que, junto con la evidencia de la contribución al desarrollo social del trabajo conjunto de muchas mujeres, está la necesidad de visibilizar a esas redes de apoyo entre mujeres poco conocidas, pero con quienes nos podemos identificar y que nos pueden servir de inspiración. Confiamos en que, a lo largo de los años de desarrollo del proyecto podamos alcanzar los objetivos propuestos.

MªCruz Díaz de Terán

Profª. Titular de Filosofía del Derecho en la Universidad de Navarra

Coordinadora de la REDWINN

Autora del libro Mujeres y Derecho. Eunsa. 2021.

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