Stop Violencia de Género Digital: "Las víctimas del ciberacoso son, sobre todo, mujeres"
24/05/2018
La tercera protagonista de nuestra sección Doy la cara contra la discriminación es Encarni Iglesias Pereira, presidenta de la asociación Stop Violencia de Género Digital.
Ciberacoso, sextorsión, control, amenazas o suplantación de identidad son algunas de las situaciones a las que se enfrentan cada día las 60 personas que colaboran de forma activa en los casos que llegan a la asociación. El equipo es multidisciplinar para ofrecer la mejor respuesta posible a los ciberataques. Hay profesionales de la abogacía, psicología, criminología, informática, ingeniería, detectives...
"La organización nació en febrero de 2016 con el objetivo de que nadie se sienta desprotegido ante esta forma de violencia. Son situaciones muy duras, complejas y que crean mucha angustia. Si la víctima se siente sola e incomprendida, la situación se agrava aún más. El problema es -confiesa Encarni Iglesias- que a los delitos digitales aún no se les da la importancia que realmente tienen. Es más, hay quien sigue sin considerarlos un delito".
Aunque no paran de aumentar. La alta representante de la Unión Europea, Federica Mogherini, y la comisaria de Economía Digital, Mariya Gabriel, acaban de anunciar una mejora de la cooperación y el funcionamiento entre las agencias de la Unión Europea que trabajan en defensa cibernética.
Estudios recientes revelan que las amenazas digitales evolucionan rápidamente y que el público percibe el delito cibernético como un peligro importante.
Según la Comisión Europea, el 87% de los europeos considera que los delitos cometidos a través de internet son uno de los grandes desafíos para la seguridad interna de la UE.
Cerca de medio millar de personas asociadas se encargan de frenarlos en Stop Violencia de Género Digital. Pero no es fácil. A juicio de su presidenta, mientras que Internet "avanza a una velocidad increíble", las leyes lo hacen "a paso de tortuga".
A esto se suma otra complicación: cuando el servidor está alojado fuera de España, siempre hay que solicitar una orden judicial para poder acceder, "igualmente que si necesitas información de una app, aplicación informática". El objetivo es unificar las legislaciones pero, por ahora, hay que adaptarse a la de cada país.
¿Cuál es el protocolo de actuación?
Se basa en el programa DIPE (Detectar, Identificar, Proteger y Educar). Consiste en detectar el ciberdelito, identificar su procedencia, proteger los dispositivos y educar a la víctima con conocimientos informáticos para evitar nuevos ataques.
La metodología varía en función del ataque digital cometido. Las víctimas del ciberacoso, así como de los programas espías, son sobre todo mujeres, de todas las edades. También sufren más casos de acoso, insultos o amenazas…
La sextorsión es un tipo de ataque que están sufriendo hombres de más de 40 años a través de Facebook. "También hay casos de mujeres que lo sufren, pero en menor medida", señala Encarni Iglesias.
En cuanto a las redes sociales, Facebook -la red con más followers- está a la cabeza. "Es donde más ataques se reciben", afirma. A través de Whatsapp -añade- "también hay muchas amenazas e insultos".
¿Qué hacer ante un ciberdelito?
El primer paso consiste en contactar con la asociación a través de los teléfonos 659 08 26 31/91 462 48 20 o mediante el correo electrónico: info@stopviolenciadegenerodigital.com.
En ese momento se inicia la investigación y se lleva a cabo una primera toma de contacto con la víctima. "Es fundamental transmitirle el mensaje de que podemos y vamos a poner fin al problema que está sufriendo", destaca Iglesias. Siempre se trabaja en equipo y se incorporan unos u otros profesionales en función del caso: abogacía, consulta psicológica, peritos...
El asesoramiento es totalmente gratuito (el trabajo posterior sí se cobra, pero a un precio más reducido que en el mercado).
Encarni Iglesias no tiene dudas: hay que denunciar, "o bien en comisarías o en los propios juzgados. Siempre".
En la asociación también trabajan con menores, eso sí, de la mano de sus madres/padres o tutores.
¿Es sencillo ejercer el derecho al olvido? No. Uno de los mayores problemas es que los contenidos digitales se viralizan y, en pocos minutos, pueden llegar a miles de dispositivos. "Por supuesto que se puede pedir la retirada de la publicación ofensiva o intimidatoria, pero el daño ya está hecho y la difusion suele ser masiva", señala la asociación.
Se puede solicitar el derecho al olvido, "pero la verdad es que es un trámite muy largo". "Nos tenemos que acostumbrar -recalca Iglesias- que cuando se sube algo a internet, perdemos el control de las publicaciones y de las imágenes".
¿Qué consejo daría a los cibernautas para proteger su seguridad e identidad en la Red? Uno muy sencillo: "que usen el sentido común". Si no solemos ir por la calle facilitando información a cualquier persona desconocida, "¿por qué lo hacemos a través de las redes?", se pregunta.
Este control pasa por cambiar las contraseñas de forma periódica, no revelar nuestras claves, no publicar nuestra vida al minuto, evitar comunicar dónde estamos, qué hacemos, cuándo nos iremos de vacaciones…
Un caso reciente
La asociación ha conocido cientos de historias de chantajes, suplantaciones u acoso. Esta es una de las más recientes:
Una mujer, a través de las redes sociales, conoció a un hombre que ha acabado estafándola. "Le ha robado todo -puntualiza Encarni Iglesias-: dinero, información privada de clientes de su empresa, su identidad digital, correos, claves... Hasta logró ponerla en contra de toda su familia".
Es un caso que ha llevado mucho tiempo y esfuerzo a la asociación Stop Violencia de Género Digital. Ahora se encuentran a la espera de juicio.
"Sabemos que, aunque existen muchas pruebas, muchos de los delitos cometidos por este señor quedarán impunes porque se hizo de forma voluntaria por parte de ella. Nuestra mayor fuerza la dirigimos al ámbito digital, tanto por el robo de información como por el uso fraudulento de dichos datos".
El próximo mes de junio organizarán en Bilbao el I Congreso Nacional de Violencia Digital de Menores. Su objetivo es visualizar "el gran problema" que representa, así como mostrar las herramientas con que cuentan para luchar contra la violencia digital en menores.
"Intentamos que participen profesionales de todos los ámbitos para que se muestre la realidad desde cada campo profesional: cuáles son las carencias y el protocolo existente en cada profesión".
A su juicio, es imprescindible mejorar la educación digital. "Nuestros menores son niñas y niños digitales que saben manejar cualquier dispositivo desde una edad muy temprana, pero al igual que les enseñamos a cruzar por un paso de cebra, debemos mostrarles lo que se puede hacer o no a través de las redes sociales. Hay muchos casos en que los menores no son conscientes del daño que puede causar un insulto a través de Internet", recalca la presidenta de la asociación.
"Internet ha sido y es, en muchos casos, una guardería para nuestros menores y muchas familias desconocen las aplicaciones que utilizan Eso es muy peligroso", añade.
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