StopHaters, la primera asociación española que lucha contra el odio en Internet
17/04/2018
Hoy inauguramos nuestra sección Doy la cara contra la discriminación -del Programa para combatir la intolerancia y los delitos de odio online en España #SinSexismo- con la asociación Stop Haters.
Su presidenta y socia de TQ Abogados es Sara G. Antúnez, una joven abogada de 26 años. "Cuando creamos la asociación no éramos conscientes de que fuese la primera en España especializada en la lucha contra el ciberacoso".
StopHaters nació hace seis meses aunque, como señala Diego Quintana, abogado de la asociación, "empezamos a trabajar hace un año".
Hay dos factores que determinaron su creación. El primero, uno de los casos que atendieron en el despacho de abogados en que trabajan, especializado en delitos de ciberacoso. "La víctima sufrió un tipo de acoso muy grave y nos afectó muchísimo. A partir de ahí decidimos especializarnos más en esta materia". El segundo: en ese momento se emitía el programa Cazadores de trolls, presentado por Pedro García Aguado, en busca de quienes hostigan y amenazan a través de las redes sociales. "Nos pusimos en contacto con él y Pedro aceptó maravillosamente la idea. Aún no sabíamos qué queríamos hacer, pero sí que queríamos ayudar a las víctimas", subraya Sara G.
Pedro García Aguado es el padrino del proyecto y, gracias a su trabajo en programas de televisión, es una persona cercana y concienciada con los problemas sociales que afectan sobre todo a los jóvenes. También colabora Enrique Serrano Aparicio, ingeniero Informático y emprendedor que trabaja en IBM y es co-fundador de Mundo Hacker y otras empresas. Participó en el programa Cazadores de Trolls y es un referente en el mundo de la informática.
"El ciberacoso -apunta Sara- es un delito que está muy inmerso en la sociedad, pero la sociedad aún no está concienciada. Queremos dar voz a todas esas personas que están siendo acosadas".
Sara G. Antúnez y Diego Quintana
Mayores de 18 años
El equipo de StopHaters está integrado por abogados, informáticos y un equipo de psicólogos. Un total de seis profesionales encargados de prestar asesoramiento legal, jurídico, psicológico e informático a personas que son víctimas de una campaña de odio e intimidación a través de la Red. La presidenta de StopHaters puntualiza que "deben ser personas mayores de 18 años".
"Sí, porque el Código Penal determina mucho la diferencia entre Bullying (fenómeno que se caracteriza por el acoso acoso y/o intimidación del abusador sobre la víctima, dentro del ámbito escolar) y Stalking. La asociación trabaja con víctimas de stalking, una figura delictiva introducida por la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, que tipifica en el art. 172 ter el nuevo delito de stalking dentro de los delitos contra la libertad.
Responde a la propuesta de criminalización del acoso formulada por el art. 34 del Convenio del Consejo de Europa para la prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres.
Persigue aquellas conductas reiteradas por medio de las cuales "se menoscaba gravemente la libertad, la dignidad y el sentimiento de seguridad de la víctima, a la que se somete a persecuciones, seguimientos o vigilancias constantes, u otros actos continuos de hostigamiento alterando sensible y significativamente su devenir vital cotidiano".
"Ya había asociaciones especializadas en bullying y en el trabajo con menores de edad. Sin embargo, creemos que el acoso a adultos no se aborda", puntualiza Sara G. Es cierto, muchas víctimas no saben dónde recurrir y desconocen que hay miles de personas en su misma situación.
Más del 70% de víctimas de ciberacoso son mujeres
En apenas tres meses, StopHaters ha resuelto 384 peticiones y, según sus estimaciones, las peticiones irán en aumento en 2018 hasta alcanzar las 1.520. Además, 17 casos ya han llegado a los tribunales.
Muchas víctimas no se reconocen como tal y no denuncian. Otras desarrollan culpabilidad, señalan desde la asociación. "Muchas veces creen que lo que les está ocurriendo sucede porque se han metido en la boca del lobo. Digo ellas porque en la mayor parte de las ocasiones son mujeres. Representan más del 70% de los casos de ciberacoso", señala la presidenta de StopHaters.
También hay muchos casos de ciberacoso en el colectivo LGTBi. "Suponen un alto porcentaje".
Los hombres también son víctimas de hostigamiento. "En este caso casi siempre son situaciones de expareja que a lo mejor no han superado una situación de ruptura y se dedican a hostigarles. Siempre es más o menos la misma dinámica".
El caso de las mujeres es diferente; porque las situaciones varían muchísimo. "Son más susceptibles a distintos tipos de acoso cometidos por distintas personas", afirma Diego Quintana.
Las mujeres pueden ser víctimas de ciberacoso:
- Por colectivos en redes sociales. "A veces un colectivo se alía de forma cibernética para atacar a una persona. Generalmente, la víctima es una mujer: una youtuber, una blogger…".
- Exparejas.
- Por otras mujeres.
- Personas a las que conocen por la Red y se obsesionan. "No es no, pero algunas personas no lo aceptan y se extralimitan cuando la mujer ya no quiere contactar o seguir con la conversación".
Casi todos estos casos de acoso se cometen a través de las redes sociales y también de apps, como Tinder. Es decir, empiezan en las redes sociales, "aunque después pueden salir de ahí". El odio germina, sobre todo, en Instagram y Twitter.
"Twitter es más rápida: te amenazo, te hostigo y te insulto rápidamente. En apenas 140 caracteres te lo transmito. En Instagram entra más la cuestión física o ideológica. Cuando subes una foto, esa foto habla de ti. Con esa foto pueden hacerte más daño que, a lo mejor, con un comentario de Twitter. En Instagram muchas veces se meten contigo por algo físico o social. Duele más", reconoce Sara.
En la asociación, sin ánimo de lucro, también han asesorado a varias chicas víctimas de extorsión. "Robaron sus datos personales y les pidieron dinero a cambio de no publicar información personal como fotografías. Fueron víctimas de extorsión y chantaje". Este no es el tipo de delito específico de la asociación pero, como pueden estar entrelazados, también las asesoran.
¿Cómo es el proceso de la denuncia?
Existen dos protocolos:
- Para personas identificadas. Cuando la víctima sabe quién la está acosando, el proceso es más sencillo. Lo más habitual es presentar una denuncia y que la asociación recopile las pruebas –ya sean pruebas psicológicas o informáticas-.
- Para personas no identificadas. El proceso es mucho más complejo. En este caso deben trabajar primero los servicios informáticos –a través de la IP o de la geolocalización- y hay que hilar muy fino. La investigación puede llevar entre uno y tres meses de trabajo.
Es complicado encontrar pruebas, pero siempre las hay. "Es un trabajo muy duro", reconoce StopHaters. "En el momento en que presentas una prueba psicológica, ha habido un daño moral. Además, intentamos solicitar una orden de alejamiento. ¿Por qué? Porque la orden no solo es física (metros o km), también puede ser incomunicación por cualquier vía: email, Internet, carta, a través de un tercero… Ese es nuestro principal objetivo".
En el 98% de los casos se quebranta la orden de alejamiento. Es un delito que tiene una fuerza mayor. "Todo eso, sin perjuicio de que hay delito de acoso pero también muchas injurias, calumnias, amenazas, coacciones…", añade Diego Quintana.
De momento, no tienen nada sobreseído, lo que supone todo un éxito.
En uno de los casos más graves de ciberacoso, el detenido lleva ya casi un año en prisión.
Cómo contactar con StopHaters
El equipo lleva casi un año trabajando en la asociación de forma voluntaria. De momento, sólo pueden garantizar la asistencia gratuita a quienes no puedan costeársela.
Si necesitas ayuda puedes contactar con StopHaters a través de este mail:
Stophaters.es
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