La Presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad participa en las jornadas de la subcomisión para la renovación del Pacto Contra la Violencia de Género que se reúne de manera extraordinaria.
Susana Camarero quiso comenzar su intervención acordándose de las 4 mujeres asesinadas en los primeros días del año, las 49 del pasado 2022 y las 1.186 desde 2003, a sus hijos e hijas, sus familias y el sufrimiento de todas aquellas que lo siguen soportando de forma silenciosa.
También, en su presentación, quiso poner de relieve la importancia que la defensa de la igualdad y la lucha contra la Violencia de Género ha tenido y tiene en su trayectoria tanto pública como privada en los últimos 20 años, así como el importante papel en trascendentales Leyes en las que ha tenido la oportunidad de ser ponente (Ley Integral de Violencia de Género – Ley Igualdad – Ley de Infancia y Adolescencia) o presidiendo la Comisión de Igualdad del senado que trabajó en la ponencia del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género.
Las víctimas al fin y al cabo son la razón que une la subcomisión estos días y estar de su lado frente a los maltratadores.
“La importancia del Pacto de Estado contra la Violencia de Género radica en que todos los grupos parlamentarios fuimos capaces de aparcar intereses partidistas para buscar el interés general, no fue un documento de uno u otro partido, todos dejamos por el camino reivindicaciones propias, y asumimos otras que podían gustarnos menos, para lograr el gran acuerdo, pensando única y exclusivamente en las víctimas” este ha sido el alegato más crucial de la Presidenta de Mujeres en Igualdad. Esta es la razón fundamental por la que es necesario, más que nunca: protegerlo, desarrollarlo y mantenerlo.
Ha resaltado la importancia de que las políticas sociales y las políticas de igualdad no se pueden construir desde la imposición o el desacuerdo porque no serán sólidas, porque durarán lo que dure el gobierno que las impone y la necesidad de buscar consensos y acuerdos sin dar la espalda a la sociedad y los expertos, sólo desde una escucha activa se puede construir una respuesta efectiva.
A la hora de evaluar la situación del Pacto en la actualidad, ha querido hablar de la necesidad de darle un empujón en dos frentes principales: la prevención (especialmente dirigida a los jóvenes ante su desconocimiento real de qué es la violencia de género) y la protección y atención a las víctimas.
En esta última nos encontramos con dos situaciones: víctimas que no denuncian por miedo, para estas son imprescindibles la formación y las campañas de sensibilización; víctimas que denuncian y terminan siendo asesinadas, este es el gran fracaso del sistema, la administración y la sociedad.
El balance del año 2022 y el inicio del 2023 deben alertarnos sobre qué está ocurriendo: el 50% de las mujeres asesinadas este año, el 50% de las asesinadas en diciembre, el 43% de las asesinadas en 2022 había pedido ayuda (la cifra más alta de la historia), 21 de las 43 mujeres asesinadas había denunciado, por tanto, es un fracaso del sistema.
El Estado, de la mano del Pacto, nos da los instrumentos, medios, herramientas para protegerlas, para ayudarlas, para acompañarlas, pero requieren una buena gestión y mucha coordinación entre las administraciones competentes. Y sin aún no es suficiente, hay que mejorarlo, incrementarlo, poner en marcha nuevos medios e aumentar las dotaciones personales y económicas.
No podemos permitirnos este fracaso, ni como administración ni como sociedad. No podemos fallar a las víctimas.
Para finalizar, Susana Camarero, ha querido enumerar algunas de las cuestiones en las que debemos incidir, muchas de ellas coinciden con el sentir de otras asociaciones análogas a Mujeres en Igualdad, y que citamos a continuación:
Incrementar la prevención de la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus formas y mayor sensibilización social, en toda la población, pero en especial entre la población más joven, incluyendo campañas centradas en RRSS. No podemos permitir la normalización de la Violencia de Género.
Reforzar la formación de los operadores, tanto sanitarios, judiciales, policiales, todas las personas que se pueden cruzar en la vida de la víctima, para proporcionarle la respuesta que requiere de forma efectiva.
Fomentar el acompañamiento de las víctimas:
Mejorar la protección de las víctimas:
Mejorando la evaluación del riesgo con una evaluación policial de la víctima, como hasta ahora y una evaluación forense del agresor que es quien provoca el riesgo.
Abriendo en todas las comunidades autónomas y con la dotación suficiente de medios de las Unidades de Valoración Forense Integral previstas en la Ley Orgánica.
Una mejor valoración permitirá incrementar las órdenes de protección, y con ello poner más medios, más instrumentos como las pulseras de control de los agresores.
Exigir el cumplimiento estricto de las medidas de vigilancia y control, incluyendo la evaluación continua del Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género (VioGén)
La necesidad de reforzar y mejorar la coordinación judicial y policial.
Mejorar la coordinación de los recursos:
La Presidenta de la Confederación ha querido finalizar con un mensaje optimista, somos más los que estamos por y para las víctimas. El Pacto sigue sirviendo, en espíritu y contenido, sólo necesitamos transmitir a la sociedad esa unidad y ninguna broma con la Violencia de Género apartando los intereses partidistas.
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